
Descubre en esta guía personal qué son las caries, por qué ocurren y cómo prevenirlas y tratarlas.

Aftas bucales. ¿Qué son y qué nos quieren decir? Las aftas bucales son úlceras dolorosas que pueden aparecer en cualquier parte de la boca, incluyendo la lengua, el interior de las mejillas, el paladar y los labios. Estas lesiones pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo infecciones, trastornos autoinmunes, reacciones alérgicas y estrés. Los síntomas de […]
Las aftas bucales son úlceras dolorosas que pueden aparecer en cualquier parte de la boca, incluyendo la lengua, el interior de las mejillas, el paladar y los labios. Estas lesiones pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo infecciones, trastornos autoinmunes, reacciones alérgicas y estrés.
Los síntomas de las aftas bucales incluyen dolor, inflamación y sensibilidad en la zona afectada. Pueden ser muy incómodas y dificultar la alimentación y el habla. Aunque no son graves, pueden ser molestas y a veces recurrentes.
Hay muchos elementos que pueden causar las aftas bucales o llagas, entre los principales factores encontramos: las infecciones bacterianas, las infecciones virales o los hongos.
Además de ello, existen unas series de causas por las que encontramos la aparición de aftas:
Ahora bien, existen muchas causas desconocidas, sin embargo, en la mayoría de los casos existe una predisposición genética, es decir, una predisposición familiar. También existen enfermedades infrecuentes como la enfermedad de Behçet, la enfermedad de Crohn.
Las aftas bucales o llagas, pueden indicarnos muchas cosas, entre las cuestiones que nos quieren decir son las siguientes:
Indicación | Descripción |
Debilidad del sistema inmunológico | Las aftas bucales pueden indicar un sistema inmunológico debilitado, con defensas insuficientes para contrarrestar la aparición de gérmenes y bacterias. |
Salud bucal inadecuada | Estas llagas pueden ser consecuencia de un mal cepillado de dientes. Si no se cepillan los dientes adecuadamente, al menos 3 veces por día, los gérmenes se acumulan y pueden causar infecciones. |
Falta de descanso y estrés | Pueden ser un signo de agotamiento y altos niveles de estrés, afectando los tejidos blandos del cuerpo, incluyendo la boca. |
Exposición solar excesiva | Las aftas pueden indicar abuso de la exposición al sol por largos períodos de tiempo sin protección adecuada, afectando la piel y posiblemente la boca. |
Reacción alérgica | Pueden ser una reacción alérgica a alimentos o productos aplicados en la zona de la boca. |
En comparación con un herpe labial, las aftas no aparecen en la superficie de los labios y no son contagiosas a simple vista. Sin embargo, es importante seguir una serie de recomendaciones, para evitar la posible aparición en otras personas.
La aparición de aftas bucales suele darse tanto en adultos como en niños. Se estima que más de la mitad de la población ha padecido algún brote de aftas en algún momento de su vida.
En los niños y jóvenes son más comunes la aparición de aftas bucales. Si bien, es menos frecuente conforme avanza la edad.
Las aftas bucales en niños suelen presentarse como pequeñas lesiones, a modo de llagas orales en la boca. Estas, suelen surgir a consecuencia de diferentes casos. En algunos de ellos se debe a infecciones, pero en otros casos existe una enfermedad infecciosa que posibilita la formación de las llagas en la boca.
En cualquier caso, es importante acudir a tu dentista para realizar una revisión dental.
Se pueden identificar tres tipos de aftas bucales, en función de la profundidad de estas y la duración.
Este tipo de aftas bucales es el más frecuente para que representa el 80% de los casos.
Las heridas suelen presentar un tamaño menor a 1 cm y las podemos detectar rápidamente en nuestra boca. Tienen forma ovalada y un borde rojo. Normalmente se curan en una o dos semanas y no suelen dejar cicatrices.
Este tipo de aftas están representadas en el 10 a 15% de las personas. Las heridas de este tipo de aftas tienen alrededor de un 1 cm de profundidad y suelen ser bastantes dolorosas, llegando a tardar entre seis semanas en curarse. Este tipo de afta bucal si deja importantes cicatrices en nuestra boca.
Estas aftas son poco frecuentes, alrededor de 5 a 10% y está más presentes en personas con una edad más avanzada. Son del tamaño de la cabeza de un alfil (1 y 2 mm) y en algunos casos, se pueden unir y formar una gran úlcera. Se detectar al tener bordes irregulares y se curan a las 1 o 2 semanas sin dejar cicatrices.
Las úlceras bucales son un trastorno común, y pueden ser tratadas con medicamentos tópicos y analgésicos. También se recomienda evitar alimentos y bebidas que puedan irritar las úlceras, como alimentos picantes o bebidas ácidas. En casos graves o recurrentes, es importante hablar con un dentista o médico para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.
Normalmente las aftas bucales o llagas, se curan solas, solo basta esperar una semana y ellas solas se secan y desaparecen. Aun así, existen diversos tratamientos en función del tipo de afta bucal.
Existen una serie de medicamentos que se venden con receta y sin ella:
Estos medicamentos tienen una serie de ingredientes activos que nos van a ayudar a controlarlo: Benzocaína, Fluocinonida y Peróxido de hidrógeno.
Existen una serie de remedios caseros para aftas bucales en aquellos casos más leves.
Entre los remedios que aconsejamos se encuentran:
Las aftas bucales no suelen ser un problema grave y en una o dos semanas suelen desaparecer. Aun así, existen una serie de situaciones donde se recomienda acudir a tu odontólogo:
Existen una serie de consejos bucodentales a seguir en casa para evitar la aparición de aftas bucales o en el caso de que las padezcamos, saber cómo tratarlas.
Llevar una buena alimentación. Se aconseja llevar una dieta blanda, baja alimentos que puedan aumentar el escozor y evitar comidas muy calientes.
En general, es importante tener una buena higiene bucal, evitar factores desencadenantes conocidos y buscar tratamiento adecuado si se presentan síntomas de aftas bucales. Con un tratamiento adecuado y una buena prevención, se pueden minimizar los síntomas y reducir la recurrencia de las aftas bucales.
Las aftas bucales son pequeñas lesiones superficiales que aparecen en los tejidos de la boca. Estas aftas pueden aparecer dentro de la mejilla, debajo de la lengua como detrás de la garganta. Estas pueden llegar a ser muy dolorosas y las detectamos rápidamente ya que suelen ser blancas y redondas.
La causa de la aparición de las aftas bucales suele ser desconocida, existen casos donde el origen de este tipo de afecciones bucales, pueden ser debido a: una reacción inmunológica, una infección viral, ortodoncia o prótesis dentales, carencias nutricionales, alergias, estrés, etc.
También es importante mencionar que aunque las aftas bucales son comunes y generalmente no son graves, si se presentan síntomas como fiebre, linfadenopatía o dificultad para tragar, es importante buscar atención médica de inmediato ya que esto puede indicar una infección grave.
Además, es importante mencionar que las aftas bucales pueden estar relacionadas con ciertas enfermedades crónicas como el VIH o el lupus, por lo que es importante hablar con un médico si se tienen problemas recurrentes o severos para determinar si hay una causa subyacente.
Existen algunos tratamientos para reducir el alivio de las aftas bucales y bajar la inflamación de estas. Algunos expertos aconsejan usar anestésicos locales o antinflamatorios tópicos. Para ello es necesario pedir cita a tu odontólogo para que pueda valorar tu caso.
Normalmente, las aftas bucales que curan solas, pero si queremos acelerar el proceso, deberíamos de evitar tomar comidas con muchos condimentos y reducir la ingesta de alimentos ácidos, como algunos cítricos.
En casos muy severos o recurrentes, es importante hablar con un dentista o médico para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.
El tratamiento puede incluir medicamentos orales y tópicos, así como cambios en la dieta y en el estilo de vida. En algunos casos, puede ser necesario realizar una endoscopia o una biopsia para determinar la causa subyacente.
La prevención de las aftas bucales incluye una buena higiene bucal, evitando el consumo de tabaco y alcohol, y manejando el estrés. También es importante tratar cualquier problema dental o de las encías, ya que estos pueden contribuir a las úlceras bucales.
Para aquellas personas que padecen aftas bucales de manera muy regular, es aconsejable evitar los alimentos ácidos, picante o aquellos que son muy calientes, para así evitar la aparición de las aftas bucales su aparición de manera continuada.
También es aconsejable, llevar una dieta equilibrada, centrándonos en alimentos que nos ayuden a mantener unos niveles adecuados de hierro, ácido fólico, vitamina B y zinc.
Además de todo ello, será fundamental tener una buena higiene bucodental, usar cepillos suaves para evitar daños bucales, cambiándolos cada 3 meses.
Si usas ortodoncia u otros tratamientos dentales, será necesario que le preguntes a tu dentista sobre las ceras para ortodoncia, para así poder cubrir los bordes afilados.
Aunque la aparición de las aftas bucales es diferente en cada persona, es cierto que suelen aparecen cuando existen déficits nutricionales o alergias alimentarias. Por ello, es importante prestar atención y ver si hay ciertos alimentos que tu organismo no tolera.
Para curar las aftas bucales en los niños, existen una serie de cuidados a llevar a cabo, aunque estas suelen desaparecer a los 8-10 días.
Entre esos cuidados están: aplicar ácido hialurónico en formato gel, espray o enjuague si es necesario, evitar alimentos calientes y salados, beber abundante agua para mantenerse hidratado.
Aquellos niños que presenten aftas bucales de manera recurrente, es importante controlar que no se deba a un déficit de vitaminas del complejo B, o a una enfermedad crónica.
La aparición de aftas en la boca normalmente no supone un problema de salud grave y suelen desaparecer a los siguientes días, pero si queremos acelerar su desaparición existen una serie de recomendaciones para hacerlas desaparecer.
Entre estas recomendaciones nos encontramos: enjuague bucal (tres veces al día), productos tópicos, pastas, cremas, geles), suplementos nutricionales (vitamina B-6, vitamina B-12 o cinc).
En conclusión, las aftas bucales son un trastorno común que pueden ser causadas por una variedad de factores. Pueden causar dolor, inflamación y sensibilidad en la zona afectada. Aunque no son graves, pueden ser molestas y a veces recurrentes.
Es importante tratarlas adecuadamente y tratar la causa subyacente para prevenir recurrencias. La prevención incluye una buena higiene bucal, evitando el consumo de tabaco y alcohol, y manejando el estrés. Es importante hablar con un dentista o médico si se tienen problemas recurrentes o severos para recibir un tratamiento adecuado.
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