9 abril 2025

Cara hinchada por implante dental: causas y cómo resolverlo

Descubre por qué ocurre, cuánto tiempo dura la inflamación y cómo aliviarla. Consejos de un dentista para saber cuándo es normal y cuándo debes preocuparte.

¡Hola! Soy Ismael Cerezo dentista y sé que si tienes la cara hinchada después de un implante dental, probablemente estés preocupado o incómodo. Quiero hablarte directamente, de profesional a paciente, para explicarte por qué puede ocurrir esa hinchazón, cuánto tiempo suele durar y qué puedes hacer para sentirte mejor lo antes posible. También te indicaré cuáles son las señales de alarma a las que debes prestar atención. Mi objetivo es que, al terminar de leer, te sientas más tranquilo y sepas exactamente cuándo la inflamación entra dentro de lo normal y cuándo conviene consultar.

¿Por qué tengo la cara hinchada tras un implante dental?

Primero, debes entender que la hinchazón facial después de una cirugía de implante es absolutamente normal en la mayoría de los casos. Piensa que un implante dental se coloca mediante una pequeña intervención quirúrgica en el hueso de tu mandíbula o maxilar. Como en cualquier cirugía, tu cuerpo reacciona al “trauma” de forma natural: enviando más sangre a la zona para iniciar la reparación de tejidos. Esto provoca inflamación en los tejidos cercanos (encía, mejilla, labios) y a veces esa inflamación hace que notes tu cara hinchada o abultada en el lado del implante. No te asustes, es básicamente el edema normal de la cirugía.

En términos médicos, la hinchazón es parte del proceso inflamatorio de curación. Es una respuesta saludable: los tejidos se inflaman porque están llevando células defensivas y reparadoras al área operada. Todos tenemos distinta respuesta inflamatoria; hay personas que casi no se hinchan nada y otras que, ante la misma operación, se hinchan más. Ambos casos pueden ser normales. Factores que influyen:

  • Complejidad de la cirugía: por ejemplo, si solo te colocaron un implante pequeño, suele inflamarse menos la cara que si te pusieron varios implantes a la vez o si además hicieron un injerto de hueso o elevación de seno maxilar. Cuantas más manipulaciones, más inflamación generalmente.
  • Tu propia biología: cada organismo es un mundo. Hay pacientes muy resistentes que apenas se hinchan, y otros más propensos a acumular edema. La edad, la genética, e incluso la tendencia a sangrar o a tener retención de líquidos pueden influir.
  • Medicación y cuidados: normalmente el dentista te prescribe antiinflamatorios y frío local tras la cirugía. Si has seguido esas indicaciones, es probable que la hinchazón sea menor. En cambio, saltarse alguna pauta (por ejemplo, no aplicar hielo nada más llegar a casa) puede permitir que la inflamación avance más.
  • Zona del implante: implantes en la zona posterior (muelas) o en el maxilar superior a veces causan más hinchazón o debajo del ojo, simplemente por gravedad y espacio de tejido blando donde el edema puede expandirse.

Lo importante es que un cierto grado de cara hinchada es esperable tras el implante. No significa que algo haya salido mal. De hecho, suele ser señal de que tu cuerpo está trabajando para sanar.

¿Cuánto tiempo durará la hinchazón?

La inflamación post-implante no dura para siempre, ¡por suerte! Pero entiendo que quieras saber cuánto tiempo tendrás esta molestia. Te puedo dar un promedio basado en mi experiencia y en la literatura:

  • Primeras 24-48 horas: aquí es cuando la hinchazón comienza y empeora. Muchas personas me dicen: “Doctor, el día de la cirugía estaba bien, pero al día siguiente amanecí con la cara mucho más hinchada”. Es normal. El segundo día suele ser el peor en cuanto a inflamación. Tu cara puede verse más gordita de ese lado, y la encía estará inflamada también. Puede haber algo de moretón (color morado/amarillo) en la piel cerca, especialmente si la cirugía fue amplia; esto también entra dentro de lo normal.
  • Día 3 y 4: en lugar de seguir hinchándose, la inflamación debería estabilizarse y comenzar a bajar. Quizá sigas con la cara hinchada, pero notarás que no aumenta, e incluso por las noches puede ir desinflamando un poquito. El moretón, si lo tenías, puede extenderse un poco más (es como cuando te das un golpe: evoluciona en color y área), pero el edema ya no irá a más. Aquí muchos pacientes ya se ven mejor que el día 2.
  • A partir del día 5: la cara empieza a recuperar su estado normal. La mayoría de la hinchazón desaparece entre el quinto y séptimo día después del implante. Ese “cachete” inflamado se va desinflando paulatinamente. Puede quedar una ligera sensación de dureza al palpar la zona o un abultamiento mínimo, pero a ojos de los demás quizás ya ni se note. Hacia el final de la semana, deberías prácticamente volver a tu apariencia habitual.
  • Segunda semana: en casi todos los casos corrientes, para la segunda semana la inflamación visible ya es historia. Solo en situaciones excepcionales (cirugías muy grandes o alguna complicación) seguirías con la cara hinchada entonces. Puede que aún tengas una leve molestia interna o tirantez al abrir la boca, pero externamente estarás bien. Si todavía notas hinchada la cara tras 10-14 días, definitivamente conviene que te revisemos, porque ya no entra en lo típico.

Resumiendo: la cara hinchada por un implante dental suele durar entre 3 y 7 días, siendo el pico de inflamación alrededor de las 48-72 horas post-cirugía.

Ten en cuenta que esto son promedios. Si en tu caso al tercer día ya estás mucho mejor, ¡genial! Y si tardas un poquito más, tampoco te asustes de inmediato, cada persona tiene su ritmo. Lo importante es ver una tendencia a mejorar: que tras los primeros 2-3 días, cada día que pase te veas un poco menos hinchado que el anterior.

Consejos prácticos para reducir la hinchazón (¡y sentirte mejor!)

Ahora hablemos de qué puedes hacer tú para manejar la inflamación. Como dentista, siempre doy estas indicaciones tras colocar un implante, porque marcan una gran diferencia en cómo evoluciona el edema y en la comodidad del paciente:

  • Aplica hielo en la zona desde el primer momento: Este es el consejo estrella. El frío es tu mejor amigo contra la hinchazón. Al salir de la cirugía, en cuanto puedas, coloca una compresa fría o bolsa de hielo envuelta en un paño sobre la mejilla, justo encima del área del implante. Por ejemplo, 10 minutos con hielo, 10 minutos sin hielo, y repetir. Durante las primeras 24-48 horas, intenta ponerte frío en ratos frecuentes. ¿Por qué? El frío provoca vasoconstricción, es decir, hace que los vasos sanguíneos se encojan un poco y eso reduce la cantidad de líquido y células que se acumulan causando inflamación. Muchos estudios y nuestra experiencia clínica confirman que el hielo temprano limita bastante el edema. Eso sí, siempre con protección (nunca pongas el hielo directo sobre la piel, envuélvelo) para no quemarte, y no más de 15-20 minutos seguidos.
  • Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos: Tu cirujano probablemente te recetó algún antiinflamatorio (como ibuprofeno, diclofenaco o en algunos casos corticoides suaves) y un analgésico para el dolor (paracetamol, ibuprofeno que sirve para ambas cosas, o metamizol tipo Nolotil). Tómalos tal como te indicaron, sin esperar a que el dolor o la hinchazón sean insoportables. Estos medicamentos ayudan a controlar la inflamación desde dentro, bajando la respuesta del cuerpo. Por ejemplo, el ibuprofeno reduce la producción de prostaglandinas, que son sustancias inflamatorias. Si sigues la pauta (cada 8 horas, por ejemplo), mantendrás un nivel constante en sangre que contiene la hinchazón. No te automediques por tu cuenta dosis extras sin consultar, pero tampoco dudes en usarlos según la indicación médica, para eso están. Verás que con hielo + antiinflamatorios, probablemente la cara no se te hincha tanto y duele mucho menos.
  • Mantén la cabeza elevada al dormir: La primera noche y siguientes, duerme con dos almohadas o en posición semi-reclinada. Esto ayuda a que los líquidos drenen y no se acumulen tanto en la cara. Si duermes completamente horizontal, es más fácil que amanezcas con más edema (por gravedad, la inflamación tiende a “bajarse” al rostro). Así que incluso descansando en el sofá semisentado, si te es cómodo, puede servir. Es un tip sencillo pero eficaz para que la hinchazón baje más rápido.
  • Dieta fría y blanda: Durante los primeros días, come alimentos blanditos (yogures, purés, sopas tibias, batidos, tortilla, pescado suave…) y a temperatura más bien fría o ambiente. Evita comidas muy calientes, muy condimentadas o duras de masticar. ¿Cómo influye esto en la hinchazón? Indirectamente, pero importante: los alimentos calientes y masticar en exceso pueden aumentar el flujo sanguíneo local y irritar la zona, lo que no queremos. En cambio, tomar un helado de vainilla frío el día de la cirugía es casi “medicinal” 😉: el frío interno también ayuda a contraer vasos y además te nutres sin esfuerzo.
  • No fumes ni bebas alcohol: El tabaco y el alcohol son dos grandes enemigos de la cicatrización. Fumar, en particular, provoca vasoconstricción crónica en las encías pero a la vez retrasa la curación y favorece infecciones. En el corto plazo, fumar después de la cirugía puede empeorar la inflamación y aumenta mucho el riesgo de infeccionar la herida. El alcohol, por su parte, dilata los vasos (sobre todo bebidas calientes como licores) y puede incrementar la hinchazón o provocar sangrados. Mi recomendación profesional es no fumar ni beber al menos durante la primera semana post-implante (idealmente todo el proceso de cicatrización, unas 2-3 semanas). Así tendrás menos inflamación y una mejor integración del implante.
  • Higiene bucal cuidadosa (¡pero sin lastimarte!): Mantener la boca limpia es crucial para que no se infecte la zona operada. Pero justo después de la cirugía, debes hacerlo con mucha suavidad. Normalmente te indicaremos que no te cepilles directamente sobre el implante los primeros días. Puedes cepillar el resto de dientes, pero con cuidado de no rozar la herida. Seguramente te recetaron un colutorio (enjuague) antiséptico – como clorhexidina – para usar a partir del día siguiente; úsalo según te indiquen, suele ser dos veces al día, haciendo un enjuague muy suave (sin buches vigorosos). Una buena higiene ayuda a que no haya sobreinfección y por tanto mantiene la inflamación bajo control. Eso sí, no te toques la zona del implante con la lengua o dedos, y nada de explorar la herida – podrías introducir bacterias.
  • Evita el ejercicio intenso y esfuerzos físicos: Después de un implante, te mandaremos reposo relativo. Esto significa que no hagas deporte ni actividades intensas durante 4-7 días. Si te pones a correr al día siguiente o a levantar pesas, el incremento de presión sanguínea puede hacer que se inflame más la zona (además de arriesgar un sangrado). Tómatelo con calma: es la excusa perfecta para descansar. Aunque te encuentres bien, date esos días de no forzar el cuerpo. Tu cara te lo agradecerá con menos hinchazón y tus implantes con mejor cicatrización.
  • Sigue las indicaciones y revisiones de tu dentista: Parece obvio, pero lo diré: cumple con la receta completa de antibiótico si te lo han mandado, acude a la cita de revisión o para quitar los puntos en la fecha indicada, y ante cualquier duda, ¡consúltanos! A veces una llamada a tiempo resuelve una inquietud y te evitamos preocupación innecesaria. Es mejor preguntar que quedarse con la duda o hacer algo contraproducente por cuenta propia.

Con estos cuidados, en la mayoría de los casos logramos que la hinchazón sea mínima y se resuelva rápido. Muchos de mis pacientes se sorprenden de lo llevadero que es el postoperatorio siguiendo estas recomendaciones al pie de la letra. Recuerda: un buen autocuidado es parte del éxito del tratamiento.

¿Cuándo debo preocuparme? Señales de alarma

Hemos hablado de lo normal, ahora hablemos de lo que no entra dentro de la normalidad y debe ponerte en alerta. Si bien la gran mayoría de implantes cicatrizan sin problema, existen complicaciones poco frecuentes que pueden presentarse y es importante reconocerlas a tiempo. ¿Cómo saber si la hinchazón ya no es “buena” sino síntoma de algo malo? Fíjate en estas señales:

  • La hinchazón sigue empeorando después del tercer día: Como te comenté, lo habitual es que al llegar el día 3 post-cirugía la inflamación alcance su tope y luego vaya bajando. Si en tu caso van pasando los días y te ves cada vez más hinchado o igual de hinchado, sin indicios de mejora, no lo dejes pasar. Por ejemplo, estás en el día 5 y tu cara sigue igual de inflamada que al principio o peor – eso no es lo esperado. Puede indicar que el cuerpo está lidiando con una infección o que algo impide la curación normal. Mejor que te revisemos para averiguar qué pasa.
  • Aparece inflamación después de haber bajado: Un caso distinto: quizá la hinchazón inicial bajó bien, pero a la semana o dos semanas vuelves a notar la cara hinchada en esa zona del implante, de repente. Esto tampoco es normal en el proceso típico de curación (donde todo va a menos). Una inflamación tardía o que regresa tras haberse quitado suele indicar infección del implante o del tejido alrededor (lo que llamamos periimplantitis si afecta a la encía y hueso alrededor del implante). No dudes en consultar si esto ocurre, incluso si ya habían pasado días buenos sin inflamación.
  • Dolor intenso que no cede con analgésicos: Un poco de dolor las primeras 48h es lógico y manejable con la medicación. Pero si sientes un dolor muy fuerte, punzante, o que va en aumento en lugar de disminuir, y ni los analgésicos habituales lo calman, es una bandera roja. Puede ser signo de infección o de algún problema con el implante (por ejemplo, que esté inestable). Dolor agudo + hinchazón suele ser combinación que merece evaluación.
  • Fiebre alta o malestar general: Tener unas décimas de temperatura (37-37.5°C) la noche de la cirugía o al día siguiente puede pasar, es como una “febrícula” leve por la reacción inflamatoria. Pero si tienes fiebre de 38°C o más, escalofríos, cuerpo cortado… no lo atribuyas solo al postoperatorio. La fiebre es uno de los principales síntomas de infección. En implantes, una infección temprana de la herida (absceso) puede elevar la temperatura. Mide tu temperatura corporal: si es alta, llama al dentista. Lo más seguro es que necesites antibióticos adicionales o drenaje de la infección.
  • Supuración o pus en la encía: Si notas que de la encía donde está el implante sale pus (líquido blanco-amarillento), o tienes un sabor muy amargo/metálico en la boca y mal aliento persistente, esto indica claramente infección en la zona. A veces la infección se “abre camino” y drena a través de la encía o incluso por la piel de la cara (en casos severos aparece un flemón externo). Este escenario requiere atención inmediata: hay que limpiar la zona, irrigar antisépticos y probablemente hacer una radiografía para evaluar el alcance. No esperes si ves pus; ninguna cantidad de pus es normal tras un implante.
  • Enrojecimiento y calor en la zona que no disminuyen: Un cierto enrojecimiento en la encía alrededor del implante justo después de la cirugía es normal (al fin y al cabo hubo incisión). Pero en días posteriores, la encía debería ir recuperando un color rosado saludable. Si en cambio está muy roja, sensible, caliente al tacto y así sigue o empeora, puede ser signo de infección local (mucositis). Combinado con hinchazón persistente, es motivo para que te revisemos.
  • El implante se mueve o duele al tocarlo: Aunque esto ya no es solo hinchazón, debo mencionarlo: si sientes que al morder o tocar, el diente provisional o el implante se mueve, o te duele mucho al masticar suave, podría indicar un problema de estabilidad. Un implante recién puesto no debería moverse nada; si lo hace, podría no haberse integrado bien. Hinchazón anormal + movilidad del implante es un signo malo – consulta inmediatamente. Lo mismo si notas alguna pieza suelta (a veces lo que se afloja es solo el “tornillo” de cicatrización, pero es mejor que lo ajuste el dentista).

En definitiva, ¿cuándo preocuparse?: Cuando la inflamación es demasiado prolongada o va acompañada de otros signos de infección o complicación. Ante la duda, mi recomendación siempre es “mejor venir a que te revisemos”. Una exploración rápida y quizás una radiografía podrán decirnos si todo está bien o si hay que intervenir. Muchas veces, afortunadamente, el paciente viene preocupado y resulta ser un proceso normal un poquito más largo de lo usual, y con una pauta extra de antiinflamatorios solucionamos. Pero otras veces detectamos a tiempo una infección incipiente, la tratamos (con antibióticos locales o sistémicos, limpiando la zona, etc.) y salvamos el implante antes de que se agrave. Nunca sientas que molestas por llamarnos ante estos síntomas; para eso estamos los profesionales, para acompañar también en el postoperatorio.

¿Qué puede causar una infección o complicación tras el implante?

Para que entiendas mejor por qué insistimos en la higiene y el control, déjame explicarte brevemente: la principal causa de complicaciones tipo infección en un implante es la acumulación de bacterias en la zona. Si la herida quirúrgica se contamina, puede provocar un absceso (infección aguda). Y a largo plazo, si no se mantiene una limpieza exquisita, puede aparecer la periimplantitis, que es básicamente una infección crónica del tejido alrededor del implante que causa pérdida de hueso de soporte. En ambos casos uno de los primeros síntomas locales es la hinchazón anormal (acompañada de enrojecimiento, dolor, etc.).

Algunos factores de riesgo: mala higiene bucal, fumar, diabetes descontrolada, o simplemente mala suerte con alguna bacteria agresiva. También, aunque raro, puede ocurrir un rechazo al implante – no es un rechazo inmunológico clásico (el titanio es biocompatible), sino que el implante no se integra bien en el hueso. Esto puede pasar por micromovimientos, por sobrecarga, o infección. En un rechazo, podrías notar inflamación persistente y que el implante no “agarra”. La tasa de fracaso de implantes es baja (alrededor del 2-3% según estudios), pero existe.

La buena noticia es que la mayoría de estos problemas se pueden solucionar si se detectan pronto. A veces basta con limpiar la zona (retiro de suturas, drenaje de pus, limpieza con antiséptico) y antibióticos; otras veces, si el implante estuviera muy infectado y móvil, habría que retirarlo, curar la infección y luego colocar otro implante una vez todo sane. Pero insisto, esto es poco común.

Quiero que te quedes con esta idea: Mientras sigas las indicaciones y no notes las señales de alarma, lo más seguro es que tu hinchazón sea simplemente parte de la curación y no haya de qué preocuparse. Si notas alguna señal de las mencionadas, no te asustes tampoco, pero busca atención profesional para resolverlo cuanto antes.

Un poco de empatía: lo que puedes sentir y cómo manejarlo

Como dentista, a veces nos enfocamos en los datos médicos, pero yo también quiero reconocer cómo te puedes estar sintiendo emocionalmente. Tener la cara hinchada puede ser molesto y verte al espejo inflamad@ puede generarte ansiedad o vergüenza de salir a la calle. Quizá te preguntes si los demás notan algo raro.

Quiero decirte que es totalmente comprensible sentirte así, pero que suele ser algo temporal. Puedes planificar estos días para descansar en casa, aprovechar a ver películas, trabajar remoto si es posible, así evitas la incomodidad social mientras estás inflamado. Si tienes que salir, puedes usar una mascarilla (hoy día es común y nadie se extraña) que de paso disimula la hinchazón de la cara. O simplemente explicar: “Me hice un implante dental y estoy un poco hinchado, pero estoy bien”. Te sorprendería saber cuántas personas han pasado por lo mismo o por una extracción de muela del juicio con cara de “hamster” unos días; es más habitual de lo que parece.

También es normal sentir un poco de miedo de si todo sanará bien. Sigue las pautas, mantén comunicación con tu dentista, y sobre todo ten paciencia con tu cuerpo. Cada día puede ser un pequeño progreso. A veces queremos vernos bien al instante, pero el cuerpo tiene sus tiempos – dale ese margen de una semanita para recuperarse.

Por último, recuerda el porqué te hiciste el implante: a largo plazo recuperarás tu diente perdido, podrás masticar mejor y sonreír con confianza. Este inconveniente de la hinchazón es pasajero en el camino hacia ese objetivo. ¡Ánimo, que ya hiciste la parte más difícil (la cirugía) y estás en la recta final de la recuperación!

Preguntas frecuentes sobre inflamación después de un implante

¿Es normal que se me hinche mucho la cara después de un implante dental?

Un grado moderado de hinchazón es normal; por ejemplo, que la mejilla se te vea abultada en la zona del implante durante 2-3 días. Pero una hinchazón muy grande (excesiva), que te llegue hasta el ojo o te deforme considerablemente, no es habitual. Si sientes que tu inflamación es extrema o fuera de lo común, contacta con tu dentista para que evalúe si todo está en orden. Es subjetivo medir “mucho” o “poco”, pero confía en tu intuición: si realmente te preocupa el tamaño de la hinchazón, mejor consultarlo. Más vale una revisión por algo finalmente benigno, que ignorar una posible complicación incipiente.

¿Cuántos días voy a tener la cara hinchada por el implante?

En la mayoría de los casos, la cara está hinchada unos 3 a 5 días. El pico de inflamación suele ser al segundo o tercer día post-cirugía, luego empieza a bajar. A la semana, lo normal es que ya no tengas prácticamente nada de hinchazón visible. Si pasados 7 días todavía notas la cara hinchada, coméntaselo a tu odontólogo en la revisión, por si hiciera falta alguna medida adicional. Recuerda que cada persona es distinta: algunos desinflaman rápido en 2 días, otros les toma una semana entera. Ambas pueden ser variantes normales, siempre y cuando la tendencia general sea a mejorar.

¿Qué puedo hacer para que se me baje antes la hinchazón?

Aplicar hielo en las primeras 48 horas es lo más efectivo para reducir y acortar la duración de la hinchazón. Además, toma tus antiinflamatorios recetados puntualamente, mantén la cabeza elevada al descansar, y sigue una dieta fría/blanda. Evita ejercicio, tabaco y alcohol en esos días. Todas estas medidas aceleran la desinflamación. También ayuda mucho tener paciencia y no manipular la zona con la lengua o los dedos (deja que el cuerpo sane tranquilamente). Si haces todo lo indicado, habrás hecho todo lo que estaba en tu mano; el resto es dejar que tu organismo haga su trabajo de curación.

Tengo la cara hinchada y me duele mucho, ¿puedo tomar algo extra?

Si el dolor e inflamación son muy intensos pese a lo pautado, no tomes medicación extra sin consultar. Lo primero: asegúrate de estar tomando correctamente lo recetado (por ejemplo, ibuprofeno cada 8 horas continuamente, no solo cuando te duele). Si ya lo haces y aun así el dolor es fuerte, llama a tu dentista. Podemos indicarte algún medicamento adicional o ajustar la dosis de forma segura. A veces combinamos ibuprofeno con paracetamol alternados, o prescribimos un corticoide corto tiempo si la inflamación es muy grande. Pero esto debe decidirlo el profesional según tu caso y historial. No te automediques fuera de lo indicado, ya que podrías duplicar principios activos o tomar algo contraindicado. Ante dolor severo, mejor evaluación profesional para descartar complicaciones.

¿Cómo diferenciar si es una inflamación normal o una infección?

No siempre es fácil para el paciente distinguirlo, pero hay pistas: la inflamación normal suele aparecer pronto (día 1-3) y luego mejorar; además, el dolor va cediendo con los días y no hay fiebre. En cambio, una infección puede manifestarse con hinchazón que empeora cada día o reaparece cuando ya había bajado, dolor persistente o creciente, enrojecimiento intenso, fiebre o decaimiento, y a veces supuración de pus por la encía. También la inflamación por infección suele ser más blanda al tacto y caliente. Si tienes varios de estos signos juntos (por ejemplo: al cuarto día sigues muy hinchado y tienes 38ºC de fiebre), es más probable que sea infección.

¿Debo tomar antibiótico para la hinchazón post-implante?

No necesariamente. De hecho, muchos cirujanos recetan antibiótico de manera preventiva justo después del implante para evitar infecciones (profilaxis). Si te lo han recetado, tómalo completo aunque te veas bien, para proteger el implante. Pero no se toma un antibiótico para quitar la hinchazón normal, porque la inflamación no es causada por bacterias sino por la cirugía en sí. El antibiótico solo está indicado si hay una infección real. Así que no insistas en tomar antibióticos “por si acaso” a menos que el dentista lo considere necesario. Para la hinchazón normal, los antiinflamatorios y el hielo son suficientes. El antibiótico entra en juego si se sospecha infección (por ejemplo, si hubiera pus, fiebre, etc., en cuyo caso el dentista te lo prescribirá).

Tengo un hematoma amarillo en la cara, ¿es normal junto con la hinchazón?

Sí, es relativamente normal. A veces la hinchazón de los primeros días viene acompañada de un hematoma que puede aparecer en la piel de la cara, generalmente hacia el día 2 o 3. Puede verse morado, verdoso o amarillento en la mejilla o extendido hacia el cuello. Esto ocurre porque durante la cirugía algunos pequeños vasos sanguíneos se rompen y la sangre bajo la piel luego se dispersa, produciendo esa decoloración. No te asustes, suele verse peor de lo que es. El hematoma cambiará de color con los días y puede bajar por gravedad (por ejemplo, a veces uno termina con un poquito de amarillento cerca del cuello unos días después).

Después de una semana aún tengo un poquito inflamada la encía, ¿es normal eso?

Puede serlo. Hay que diferenciar la hinchazón de la cara (externa) de una posible inflamación local de la encía. Tras una semana, la cara ya debería estar bien, pero la encía alrededor del implante aún estará en proceso de cicatrización. Es posible que la notes algo abultada o sensible al tocarla durante un par de semanas. Si no hay dolor, ni supuración, ni enrojecimiento exagerado, y solo es una leve inflamación local, seguramente es parte de la cicatrización interna. Con el tiempo debería ir tomando un aspecto rosado sano y desinflamándose por completo. En la revisión postoperatoria, el odontólogo comprobará que la encía esté cerrando bien.

¿Qué hago si sospecho que algo anda mal con mi implante?

La mejor recomendación es acudir a tu dentista lo antes posible. No intentes remedios caseros raros ni esperes semanas a ver si “se quita solo” si realmente crees que hay un problema. Los profesionales podemos valorar y, si hay infección, usualmente se ataja con antibióticos y limpiezas locales; si hubiera un problema mecánico con el implante, se puede intervenir temprano. Cuanto más rápido actuemos ante una complicación, más probabilidades de salvar el implante y evitar daños mayores. Por ejemplo, una periimplantitis inicial se puede tratar limpiando bien la zona, ajustando la corona, etc., y el implante puede continuar. En cambio, si se deja avanzar meses, podría perderse el implante. Así que ante cualquier duda seria o síntoma de alarma, busca atención. Los dentistas estamos acostumbrados a resolver estas situaciones y preferimos que nos consultes a tiempo.

Espero que esta guía, contada en primera persona y de forma clara, te haya ayudado a entender por qué se te hinchó la cara por el implante dental y te haya dado tranquilidad sobre lo que es normal y lo que no. Recapitulando lo más importante: una cara moderadamente hinchada los primeros días es parte del proceso de curación y suele durar menos de una semana; puedes manejarla con frío, medicación y reposo. Debes vigilar síntomas atípicos como hinchazón persistente, dolor intenso, fiebre o pus, y consultar si ocurren, ya que podrían requerir tratamiento.

Recuerda: ante cualquier inquietud, ¡siempre puedes preguntarle a tu dentista! Ninguna duda es tonta cuando se trata de tu salud. Queremos que tu implante sea un éxito y que tú estés cómodo durante la recuperación. Muy pronto, cuando la hinchazón sea cosa del pasado, podrás disfrutar de tu nuevo diente con total normalidad. ¡Mucho ánimo y que te mejores pronto!

cta clearden 2025
Dr Ismael Cerezo Director Médico Grupo Cleardent
Director Médico
El Dr. Cerezo, director médico de Clínicas Cleardent, es reconocido por su compromiso con la excelencia en implantología y cirugía oral. Con una destacada experiencia internacional en técnicas avanzadas, lidera un equipo que ofrece tratamientos de vanguardia, priorizando la salud y satisfacción del paciente. Su formación en cirugía guiada, carga inmediata y regeneración ósea le permite ofrecer soluciones integrales y de alta calidad, posicionando a Cleardent como referente en el sector odontológico.

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