9 abril 2025

¿Se puede comer después de un empaste dental? Todo lo que necesitas saber

Descubre las causas más comunes de los bultos en la lengua cerca de la garganta, cómo saber si son algo normal o grave, y cuándo deberías consultar al médico para quedarte tranquilo.

¡Hola! Soy Andrés Rubio odontólogo y sé de primera mano que, tras un empaste dental, una de las dudas más frecuentes de mis pacientes es “¿se puede comer después de un empaste?”. Si acabas de salir del dentista con una caries arreglada, te entiendo: es normal sentir cierta preocupación sobre cuándo y cómo volver a comer con seguridad.

En este artículo te explicaré todo lo que necesitas saber sobre la alimentación y los cuidados posteriores a un empaste dental. Te daré consejos claros y prácticos basados en mi experiencia como odontólogo, para que puedas volver a tu rutina con tranquilidad y sin miedo a dañar tu diente recién tratado. ¡Vamos a ello!

¿Cuándo puedo comer tras un empaste dental?

Después de un empaste dental, sí se puede volver a comer, pero el momento adecuado dependerá principalmente de la anestesia y del tipo de empaste. Te explico:

  • Si no te pusieron anestesia: En casos de caries muy pequeñas a veces no se usa anestesia. Si este es tu caso, técnicamente podrías comer casi de inmediato al salir de la consulta, ya que el material de empaste (composite) endurece al instante bajo la luz especial. Aun así, te recomiendo esperar unos 30 minutos antes de masticar, para dar tiempo a que el empaste se asiente y a que tú te sientas más cómodo.
  • Si te pusieron anestesia local: Lo habitual es que el dentista adormezca la zona con anestesia. En este caso debes esperar a que pase el efecto anestésico antes de comer o beber. ¿Por qué? Porque con la boca dormida podrías morderte la lengua, el labio o la mejilla sin darte cuenta, provocando lesiones. La anestesia suele tardar entre 1 y 3 horas en desaparecer por completo, según la persona y la dosis. Mi consejo es esperar unas 2 horas o hasta que recuperes la sensibilidad normal. Una vez haya pasado el entumecimiento, ya puedes comer con normalidad, aunque con ciertas precauciones iniciales de las que te hablaré enseguida.

Lo más importante es que no comas mientras tengas la boca dormida. Cuando sientas tu boca despierta y activa de nuevo, podrás masticar. Eso sí, la primera comida tras el empaste hazla con calma: toma bocados pequeños, mastica despacio y, si puedes, usa el lado opuesto al diente tratado durante las primeras horas. Esto te ayudará a proteger el empaste reciente y a evitar molestias.

Empaste blanco vs. metálico: ¿influye en cuándo puedes comer?

Quizás hayas oído que depende del tipo de material de empaste el tiempo de espera para comer. Y es cierto, no todos los empastes son iguales en este sentido:

  • Empaste blanco (de composite o resina): Es el más común hoy en día. La resina compuesta se endurece de inmediato al aplicarle la luz azul ultravioleta durante el procedimiento. Esto significa que, una vez terminas en el dentista, el empaste ya está sólido. Con un empaste de composite puedes comer el mismo día sin problema, siguiendo las recomendaciones de arriba (esperar a que pase la anestesia y ser prudente al principio). Muchos dentistas, incluida yo misma, sugerimos esperar alrededor de 2 horas por precaución, pero no tanto por el material (que ya está duro) sino por tu comodidad y seguridad al masticar.
  • Empaste metálico (de amalgama): Este es el empaste plateado tradicional, aunque cada vez se utiliza menos. A diferencia del composite, la amalgama tarda más en endurecer completamente – aproximadamente 24 horas para alcanzar su máxima resistencia. Si te han colocado un empaste de amalgama, debes tener más cuidado: lo ideal es no masticar por ese lado durante unas 24 horas. Puedes comer, sí, pero tratando de usar el lado opuesto de la boca para no ejercer presión sobre el empaste metálico recién puesto. De esta forma evitas que se fracture o deforme antes de endurecer del todo.

¿Y si no sabes qué tipo de empaste tienes? No te preocupes, seguramente sea de composite (es del color del diente). Tu dentista te lo habrá indicado. En todo caso, si fue amalgama, es muy probable que te haya dado instrucciones específicas de esperar un día antes de masticar por esa zona.

Nota: Hoy en día la mayoría de empastes son de composite, así que en general podrás volver a comer el mismo día. La clave está en seguir las recomendaciones que vienen a continuación sobre qué alimentos elegir y cuáles evitar, para proteger tu diente y tu empaste nuevo.

Qué alimentos comer y cuáles evitar después de un empaste

Una vez pasado el efecto de la anestesia, llega la pregunta: “Muy bien, ya puedo comer… ¿pero qué como?”. Tras un empaste conviene ser selectivo con la comida al menos durante las primeras 24 horas, principalmente para evitar molestias y cuidar la restauración. Aquí te guío sobre alimentos recomendados y alimentos a evitar justo después de tu empaste:

Alimentos recomendados tras un empaste (dieta blanda)

Las primeras comidas conviene que sean de textura blanda o suave, fáciles de masticar sin ejercer mucha presión. Algunas buenas opciones son:

  • Líquidos y purés suaves: sopas templadas, puré de patatas, puré de verduras, cremas suaves o compotas (por ejemplo, de manzana).
  • Lácteos cremosos: yogur (a temperatura ambiente, no muy frío) o queso fresco suave. Un vaso de leche tibia también está bien.
  • Huevos preparados de forma blanda: huevos revueltos o pasados por agua, que son fáciles de masticar y nutritivos.
  • Pescado o pollo blando: al vapor, hervido o a la plancha, bien troceado. Estas carnes blancas suelen ser tiernas (evita la ternera o carnes duras el primer día).
  • Frutas maduras y suaves: plátano maduro, pera muy madura o en trocitos, aguacate. También puedes tomar un batido frutal (no muy frío) o zumo sin pulpa.
  • Cereales y pan blandos: avena cocida (gachas), arroz bien cocido, pasta suave; pan de molde sin corteza o ligeramente tostado (que no esté duro).

Estos alimentos te permitirán alimentarte sin casi masticar. Procura que estén a temperatura tibia o ambiente. Las comidas ni muy calientes ni muy frías serán más cómodas para tu diente empastado, reduciendo riesgo de sensibilidad.

Alimentos (y bebidas) a evitar después de un empaste

Así como hay comidas recomendables, también hay alimentos que es mejor evitar temporalmente tras tu empaste, sobre todo en las primeras horas o el primer día:

  • Alimentos duros o crujientes: evita morder cosas como frutos secos, palomitas, caramelos duros, hielo, pan muy tostado o cortezas, zanahorias crudas, manzanas enteras, costillas o carne con hueso, etc. Estos requieren mucha fuerza al masticar y podrían lastimar el diente tratado o incluso desportillar el empaste si todavía se está asentando.
  • Alimentos pegajosos o muy gomosos: caramelo blando, toffees, chicles (goma de mascar), gominolas, turrones duros… Cualquier cosa que se pegue en los dientes mejor posponerla porque podrían adherirse al empaste nuevo e incluso despegarlo en casos extremos.
  • Comidas y bebidas muy calientes o muy frías: en las horas posteriores al empaste tu diente puede estar algo sensible. Evita sopas hirviendo, café o té muy caliente, así como helados o bebidas heladas. Estos extremos de temperatura pueden disparar la sensibilidad y resultarte molestos. Mejor todo tibio o templado al principio.
  • Bebidas y alimentos azucarados o ácidos: limita los refrescos azucarados, zumos ácidos (naranja, limón), dulces muy azucarados, sobre todo mientras tengas sensibilidad. El azúcar y el ácido pueden irritar la zona y además contribuyen a la formación de caries (¡justo lo que queremos evitar en el futuro!).
  • Café, té negro, vino tinto y otras bebidas que manchan: tras un empaste de composite, en especial el mismo día, es aconsejable no consumir bebidas de colores fuertes. El composite, aunque endurecido, puede absorber pigmentos en las primeras horas. Por eso, si puedes evitar ese café de la tarde o la copa de vino esa noche, tu empaste blanco se mantendrá más limpio y bonito. Si te resulta imprescindible tomarlos, hazlo cuando menos una horas después y enjuágate bien la boca al terminar para reducir posibles manchas.
  • Alcohol y tabaco: profundizamos abajo en esto, pero te adelanto que conviene no fumar ni beber alcohol inmediatamente después de un empaste. El alcohol puede interferir si estás tomando algún analgésico y reseca la boca, y el tabaco, además de manchar el diente, puede aumentar sensibilidad y dificultar la curación de tejidos irritados.

En general, usa el sentido común: alimentos muy duros, muy pegajosos o extremos en temperatura/sabor son los menos indicados el día de tu empaste. ¡Tranquilo!, será solo por un tiempo corto. En cuanto todo esté estable (normalmente al día siguiente), podrás ir volviendo a tu dieta habitual gradualmente.

Otros cuidados y recomendaciones después de un empaste

Además de la alimentación, hay otros cuidados post-empaste importantes para garantizar que tu diente sane bien y el empaste dure mucho tiempo. A continuación te detallo qué más debes tener en cuenta una vez sales de la clínica dental con tu empaste nuevo:

  • Mantén tu higiene bucal (pero con suavidad): No debes descuidar el cepillado tras un empaste. ¿Puedo cepillarme los dientes? – Sí, cepíllate esa misma noche los dientes como de costumbre, pero con un cepillo de cerdas suaves y poniendo especial cuidado en la zona tratada. Realiza movimientos suaves, sin «restregar» con fuerza sobre el empaste para no irritar la encía cercana ni molestar el diente. El uso de hilo dental también está permitido desde el primer día, pásalo con delicadeza entre los dientes vecinos al empaste. No evites limpiar esa zona por miedo: mantenerla limpia favorece la correcta cicatrización y evita que restos de comida se acumulen en el diente reparado. Si tienes temor de cepillar justo encima el primer día, puedes enjuagarte suavemente con agua tibia con sal para ayudar a mantener limpia el área (media cucharadita de sal disuelta en un vaso de agua tibia, haz buches y escupe). Al segundo día, ya podrás cepillar normalmente (siempre con técnica suave, como es recomendable en general).
  • Es normal cierta sensibilidad o molestia: No te alarmes si en los días posteriores sientes el diente sensible al frío, calor o dulce. Una leve sensibilidad es común después de un empaste, especialmente si la caries era profunda. También podrías notar la encía un poco irritada por la anestesia o el proceso. Estas molestias suelen desaparecer en pocos días (una semana o dos como máximo). Para manejarlas, puedes tomar un analgésico suave que tengas indicado (como ibuprofeno o paracetamol) si el dentista te lo recomienda. También ayuda evitar estímulos muy fuertes en ese diente (por eso insistimos en comida tibia y blanda al principio). Si notas un ligero dolor en la mandíbula por haberla tenido abierta, aplica calor local suave externamente o masajea la zona. Cada día que pase deberías sentir menos sensibilidad. ¿Y si no? Si después de 2 semanas el diente sigue muy sensible o te duele al masticar, consulta con tu dentista para revisar que todo esté bien (a veces puede hacer falta un ajuste del empaste o comprobar que la pulpa del diente esté saludable).
  • Revisa tu mordida al pasar la anestesia: Cuando te hicieron el empaste, seguramente te hicieron morder una lámina para ajustar la altura. Sin embargo, con la boca anestesiada es difícil percibir bien cómo encaja la mordida. Ya en casa, cuando tengas sensibilidad normal, presta atención al cerrar la boca: ¿sientes que el empaste choca antes que tus otros dientes? ¿Que “no encaja bien” la mordida o que al morder algo se siente alto ese diente? Si es así, podría significar que el empaste quedó un poquito alto. No dudes en llamar a tu dentista en ese caso; ajustar la altura de un empaste es rápido y sencillo, y te evitará molestias al masticar (además previene que, por estar alto, ejerzas presión excesiva y lo termines fracturando). Una mordida equilibrada es clave para tu confort.
  • Evita el tabaco al menos 24 horas: ¿Eres fumador? Mi consejo profesional es que aproveches este momento para intentar retrasar lo más posible ese cigarrillo. Fumar inmediatamente después de un empaste no es recomendable. En las primeras 24 horas la zona puede estar sensible; el tabaco (nicotina, humo caliente, alquitrán) puede aumentar la irritación de la encía o del diente, manchar el empaste reciente y potencialmente comprometer la curación si hubo algún tejido lesionado. Además, con la boca aún medio dormida, podrías no tener buena coordinación y existe riesgo de mordeduras involuntarias al fumar. Lo ideal es esperar al menos un día. Si te es muy difícil, intenta no fumar hasta que pase al menos la sensación de adormecimiento total y hazlo con mucho cuidado. (Y recuerda que tu salud bucal en general mejora muchísimo reduciendo el tabaco).
  • Cuidado con el alcohol y anestesia: Similar al caso anterior, conviene no consumir alcohol el mismo día del empaste, especialmente si aún sientes efectos de la anestesia o si tomaste algún antiinflamatorio. El alcohol puede hacer que la anestesia tarde más en eliminarse de tu cuerpo y potenciar efectos secundarios (mareo, somnolencia). También, al desinhibirte, podrías masticar de forma descuidada. Lo mejor es esperarse 24 horas antes de brindar. Al día siguiente, si no hay molestias y no estás tomando medicamentos, una copa moderada no hará daño a tu empaste, pero siempre con moderación.
  • No rechines ni aprietes los dientes: Si sufres de bruxismo (rechinar o apretar los dientes, sobre todo al dormir), ten en cuenta que ese hábito puede dañar un empaste nuevo. La presión excesiva puede hacer que se fisure o se desadapte. Después de un empaste, intenta no apretar conscientemente la mandíbula. Si tienes férula de descarga, úsala. Y si no la tienes pero sabes que rechinas, coméntaselo a tu dentista en la próxima visita; proteger tus dientes con una guarda nocturna ayudará a la longevidad de tus empastes.
  • Acude a tus revisiones periódicas: Un empaste soluciona una caries existente, pero es fundamental prevenir nuevas caries. Mantén tus visitas de revisión e higiene con tu dentista (suelen ser cada 6-12 meses). En esas consultas podremos comprobar que tu empaste sigue en buen estado, hacerte una limpieza profesional para quitar placa acumulada y detectar cualquier problema incipiente. Un empaste bien cuidado te puede durar muchos años (10-15 años en el caso de los de composite, incluso más los metálicos), pero para ello necesitas buena higiene diaria y controles regulares. ¡No descuides eso!

En definitiva, después de un empaste tu vida puede seguir normal, solo que con un poquito más de cuidado los primeros días. Sigue estas recomendaciones y tu diente se recuperará pronto, manteniendo el empaste firme y funcional.

Preguntas frecuentes sobre comer después de un empaste

¿Cuánto tiempo tengo que esperar para comer después de un empaste?

Lo recomendable es esperar aproximadamente 2 horas o hasta que se pase el efecto de la anestesia antes de comer o beber. Si no te pusieron anestesia, con esperar unos 30 minutos suele bastar. En cualquier caso, asegúrate de que ya sientes la boca normal (sin adormecimiento) para evitar morderte accidentalmente. Después de ese tiempo, puedes comer con normalidad, empezando por cosas suaves y evitando extremos al menos durante el resto del día.

¿Qué puedo comer tras un empaste dental?

Puedes comer alimentos de textura blanda o suave y a temperatura templada. Por ejemplo: sopas, purés, yogur, huevos revueltos, pescado suave, arroz bien cocido, pasta blanda, frutas maduras como plátano, etc. Estos alimentos requieren poca masticación y serán gentiles con tu diente tratado. Además, comienza masticando por el lado opuesto al empaste. Conforme pasen las horas y te sientas cómodo, podrás ir introduciendo tu alimentación habitual.

¿Qué alimentos debo evitar después de un empaste?

En las primeras 24 horas evita alimentos muy duros (caramelos, frutos secos, hielo, pan tostado), pegajosos (chicles, toffee, gominolas), y comidas o bebidas muy calientes o muy frías. También limita aquellos muy azucarados o ácidos que puedan causar sensibilidad. Bebidas como el café, té negro, vino tinto o refrescos de cola (que pueden manchar el empaste de composite) mejor dejarlas para el día siguiente, o al menos unas horas después del tratamiento. Y no consumas alcohol ni tabaco inmediatamente tras el empaste (espera un día si es posible).

¿Puedo beber alcohol después de un empaste?

Lo más prudente es esperar 24 horas antes de tomar alcohol. Justo al salir del empaste podrías tener anestesia en tu cuerpo o haber tomado algún analgésico, y el alcohol puede interferir con estos, causando mareo o aumentando la sensibilidad. Además, el alcohol reseca la boca, lo que no ayuda en la recuperación. Pasado un día, si te encuentras bien, puedes beber moderadamente. Siempre escucha las indicaciones de tu dentista si te ha dado recomendaciones personalizadas.

¿Puedo fumar tras un empaste dental?

Sería mejor que no fumes durante las primeras 24 horas posteriores al empaste. Fumar tan pronto puede irritar la zona tratada, aumentar la sensibilidad del diente y manchar el empaste nuevo (la nicotina puede amarillear incluso los empastes blancos). También el efecto del anestésico junto con el tabaco puede hacer que te muerdas sin querer. Lo ideal es dar un respiro a tu boca al menos hasta el día siguiente. Si sientes mucha ansiedad por fumar, espera al menos a que pase el entumecimiento total y hazlo con sumo cuidado.

¿Me puedo cepillar los dientes después de un empaste?

¡Sí, por supuesto! Debes continuar con tu higiene bucal habitual incluso el mismo día del empaste. Eso sí, hazlo con suavidad. Usa un cepillo de cerdas suaves y cepilla delicadamente alrededor del diente empastado. No hace falta que restriegues directamente sobre el empaste con fuerza, simplemente limpia con movimientos suaves, como masajeando. También puedes usar hilo dental con cuidado para retirar restos entre dientes. Mantener la zona limpia ayuda a que cicatrice antes cualquier pequeña inflamación y previene infecciones o caries alrededor. Evita enjuagues fuertes con alcohol el primer día (podrían picar), mejor uno suave o agua con sal. Después de 24 horas, puedes retomar tu rutina normal de cepillado y enjuague.

¿Es normal sentir dolor o sensibilidad después de un empaste?

Algo de sensibilidad dental es totalmente normal tras un empaste, especialmente al frío, calor o al masticar cosas duras. También puedes notar la encía un poco resentida por la inyección de anestesia. Estas molestias suelen ser leves y temporales, mejorando en pocos días. Un analgésico de venta libre (como ibuprofeno o paracetamol) puede aliviar cualquier dolorcito las primeras 24-48 horas. Si el dolor fuera intenso, durara muchos días o empeora en vez de mejorar, entonces no es normal: deberías contactar con tu dentista para una revisión, ya que podría indicar un problema (por ejemplo, el empaste muy alto, o una inflamación pulpar bajo el empaste).

¿Qué hago si siento el empaste “raro” o noto algún problema?

Si al pasar los días notas que algo no va bien, por ejemplo: el empaste se siente flojo, sobresale, sigues con mucha sensibilidad después de un par de semanas, o incluso en un caso poco común se desprende una parte al comer, debes acudir al dentista lo antes posible. Aunque no es frecuente que un empaste recién hecho se caiga, puede ocurrir si la cavidad era muy grande o por alguna interferencia. No intentes arreglarlo en casa. Guarda el fragmento si se cayó alguno y ve a la clínica. Tu odontólogo evaluará y reparará el empaste si hace falta, y así te aseguras de mantener tu diente sano. Ante cualquier duda o síntoma fuera de lo común, ¡consulta con tu dentista de confianza! Más vale revisar y quedarte tranquilo.

En conclusión, sí se puede comer después de un empaste, solo que con ciertas precauciones iniciales. Espera a no estar anestesiado, comienza con alimentos suaves, evita esfuerzos extremos sobre el diente recién tratado y mantén una buena higiene. Verás que en muy poco tiempo estarás comiendo de todo como siempre, sin molestias y con tu diente ya sano.

Recuerda que cada persona y cada tratamiento pueden ser un poco diferentes. Siempre sigue las instrucciones específicas que te haya dado tu dentista, ya que él/ella conoce tu caso particular. Si algo no te quedó claro o sientes alguna incomodidad inusual, no dudes en llamar o acudir a tu dentista. Como odontólogo, te puedo asegurar que preferimos resolver tus inquietudes y revisar cualquier molestia antes de que te quedes con preocupación en casa.

Tu salud bucodental es lo primero. Con estos consejos, espero haberte ayudado a dissipar tus dudas y que te sientas más seguro a la hora de comer después de tu empaste dental. ¡Buen provecho y cuida esa sonrisa!

cta clearden 2025
Andrés Rubio cleardent
Odontólogo
Con una sólida formación en odontología general y especialización en estética dental y prótesis sobre implantes, el Dr. Andrés Rubio Palomino brinda un cuidado dental integral y estético en Clínicas Cleardent. Desde 2019, destaca por su enfoque en la mejora continua y su dedicación al aprendizaje, ofreciendo tratamientos que realzan la sonrisa de sus pacientes. Con un estilo de trabajo cercano y responsable, el Dr. Rubio acompaña a cada paciente desde la consulta inicial hasta el final de su tratamiento, asegurando una experiencia de calidad y confianza.

Índice

Lee más sobre Odontología conservadora

Logotipo Cleardent 2025
© 2025 Cleardent SL. Todos los derechos reservados
cleardent home logo cabecera
@1xClose Created with Sketch.