
Descubre las causas más comunes de los bultos en la lengua cerca de la garganta, cómo saber si son algo normal o grave, y cuándo deberías consultar al médico para quedarte tranquilo.

¿Tienes dolor de muela y te preguntas cómo matar el nervio de un diente? Descubre los métodos más eficaces y seguros para aliviar el dolor dental.
Hola, soy Marta Cerezo dentista y sé lo que es ver a alguien llegar con un dolor de muela punzante y desesperado. Si tú o un ser querido lo están sufriendo, es posible que te estés preguntando ¿cómo matar el nervio de un diente?. Esta expresión tan dramática en realidad se refiere a un procedimiento odontológico llamado endodoncia, que consiste en eliminar el nervio dental (la pulpa) para acabar con la infección y el dolor, preservando el diente. En este artículo te voy a contar de forma clara, cálida y accesible en qué consiste este tratamiento, cuándo hace falta eliminar el nervio, cómo se hace en la clínica, si es posible matar el nervio del diente en casa, qué pasa después (cuidados y consecuencias) y responderé a las preguntas frecuentes que suelo escuchar en consulta.
Cuando hablamos de “matar el nervio” de un diente o muela nos referimos al tratamiento de endodoncia, también conocido coloquialmente como “tratamiento de conducto” o “desvitalización del diente”. ¿En qué consiste exactamente? Básicamente, en eliminar la pulpa dental dañada o infectada del interior del diente y sellarlo para que no duela ni vuelva a infectarse. La pulpa es el tejido blando donde se encuentra el nervio dental, junto con vasos sanguíneos. Cuando la pulpa está inflamada o infectada, provoca un dolor intenso y continuo. La endodoncia extrae ese tejido nervioso enfermo, desinfecta el espacio y lo rellena, logrando aliviar el dolor y salvar el diente.
En otras palabras, “matar el nervio” es quitar el nervio del diente para detener el dolor y la infección sin tener que extraer la pieza. Es un tratamiento conservador cuya meta es que puedas conservar tu diente por muchos años más, evitando la extracción. De hecho, la Asociación Dental Americana destaca que la endodoncia se utiliza precisamente para reparar y salvar un diente en lugar de quitarlo. En el pasado, un diente con el nervio infectado casi siempre terminaba sacándose; hoy, gracias a la endodoncia, podemos desvitalizar el diente y mantenerlo en boca cumpliendo su función.
Puede sonar un poco aterrador lo de “matar” un nervio, pero ¡tranquilo/a! 😉 No implica ningún daño para ti, al contrario: es un procedimiento muy común y seguro en odontología. Te explicaré más adelante el paso a paso del tratamiento para el nervio dental y verás que, con las técnicas modernas, es rápido y prácticamente indoloro. Salvarás tu diente y eliminarás el dolor para siempre.
No todos los problemas dentales requieren una endodoncia. Entonces, ¿en qué situaciones “hay que matar el nervio” de un diente? Principalmente cuando la pulpa dental (donde está el nervio) se ve afectada de forma irreversible, ya sea por caries muy profunda, traumatismo u otra causa. A continuación, te detallo las situaciones más comunes en las que sí es necesario este tratamiento para eliminar el nervio dental:
La causa más frecuente es una caries que ha avanzado tanto que alcanza la pulpa del diente. Al principio, una caries superficial puede no doler. Pero si no se trata a tiempo, las bacterias van perforando el esmalte y la dentina, llegando al nervio. Cuando la infección alcanza la pulpa, se produce una inflamación muy dolorosa llamada pulpitis. En fases iniciales la pulpitis puede ser reversible, pero si la infección sigue, el nervio acabará necrosándose (muriendo) y formando un absceso. En este punto el daño es irreversible y la única forma de aliviar el dolor intenso será eliminando esa pulpa infectada mediante una endodoncia antes de que se forme un flemón o se deteriore el hueso alrededor.
Un dolor de muela intenso, punzante y continuo, que puede empeorar al masticar o con bebidas frías/calientes que sigue doliendo aun quitando el estímulo, suele indicar que la caries llegó al nervio. Es probable que necesites “matar el nervio” para solucionar el problema.
Un golpe fuerte en un diente o muela puede romper parte de la pieza y dejar el nervio expuesto al aire. Esto provoca un dolor agudo inmediato (¡el nervio queda al descubierto!). Incluso un traumatismo sin rotura aparente puede dañar el nervio internamente y con el tiempo causar necrosis. Asimismo, el hábito de bruxismo (rechinar los dientes) de forma crónica puede fisurar o fracturar piezas.
Si has sufrido una fractura que afecta la pulpa, el dentista evaluará la necesidad de una endodoncia. En muchos casos, matar el nervio de la muela fracturada permitirá reconstruirla y salvarla. Un signo típico es dolor al morder tras el golpe, sensibilidad extrema y a veces cambio de color del diente con el tiempo (se vuelve grisáceo por la necrosis pulpar).
La hipersensibilidad dental por sí sola no siempre implica endodoncia, pero en casos severos podría ser la punta del iceberg. Si un diente presenta una sensibilidad exagerada y persistente al frío, calor o dulce, podría ser porque la dentina está muy expuesta (por retracción de encías, desgaste del esmalte, caries incipiente, etc.) y esto con el tiempo irrita la pulpa.
Cuando la sensibilidad dental se vuelve insoportable o crónica (dolor de muela nervio expuesto lo describen algunos pacientes), podría indicar que la pulpa está sufriendo y a riesgo de infección. Si otras medidas (pasta dental desensibilizante, sellados) no ayudan y las molestias persisten, el odontólogo evaluará la vitalidad pulpar. En ciertos casos extremos de sensibilidad irreversible, realizar una endodoncia es la solución para eliminar el nervio hiper-reactivo y acabar con ese dolor constante.
A veces necesitamos tallar un diente de manera considerable para colocar encima una corona o como pilar de un puente dental. Cuando una pieza es desgastada mucho en un tratamiento protésico, existe el riesgo de que la pulpa se vea afectada (por el calor de la fricción o por quedar con menos dentina protegiéndola). En ciertos tratamientos protésicos, se realiza una endodoncia preventiva: es decir, se “mata el nervio” intencionalmente antes de colocar la corona, para evitar problemas de dolor o infección después.
No siempre es necesario, pero si el tallado va a dejar el nervio muy comprometido, el dentista puede recomendar eliminarlo. Por ejemplo, en rehabilitaciones extensas o cuando la pieza ya tenía una caries profunda antes de la corona.
Si notas una fístula en la encía (una especie de granito que supura pus) cerca de un diente, o has tenido un absceso dental (flemón) en esa zona, es señal de infección en la raíz. Muchas veces esto ocurre porque el nervio de ese diente ya está muerto y contaminado. Aunque curiosamente en esta situación puede que la muela no duela (el nervio está necrosado), la infección sigue activa destruyendo tejido óseo alrededor.
En estos casos, matar el nervio infectado limpiando bien los conductos es imprescindible para drenar la infección y sanar el hueso. Dejar un nervio muerto dentro del diente es peligroso: puede causar infecciones graves e incluso comprometer tu salud general si las bacterias pasan al torrente sanguíneo. Por eso, ante un flemón o absceso el tratamiento de elección suele ser la endodoncia (a veces acompañado de antibiótico). Como resultado, se elimina la infección y se evita la pérdida del diente.
Siempre que la pulpa dental esté inflamada o infectada de forma irreversible (ya sea por caries, traumatismo u otras causas), se debe realizar una endodoncia. El dentista confirmará el diagnóstico con una exploración y, normalmente, una radiografía dental. Así determinará si el nervio está dañado y si “matar el nervio” es la solución adecuada para aliviar tu dolor y salvar la pieza.
(Nota: Si el problema es una caries pequeña o una sensibilidad leve, no te asustes: en esos casos no hace falta este tratamiento. Matar el nervio es el último recurso cuando el daño pulpar es grave.)
Ya vimos el por qué; pasemos al cómo. Quiero que sepas exactamente cómo se realiza el procedimiento de matar el nervio de una muela en la clínica, para que estés tranquilo/a si te toca hacértelo. La endodoncia es un tratamiento rutinario, suele hacerse en una sola visita (a veces dos, según el caso) y, gracias a la anestesia, no sentirás dolor durante el proceso. Estos son los pasos típicos de una endodoncia:
¡Y listo! Así es el proceso de matar el nervio de un diente. Todo el tratamiento suele durar entre 60 y 90 minutos aproximadamente, dependiendo del número de conductos y la complejidad. Durante la mayor parte del tiempo estarás con la boquita abierta, pero sin sentir dolor; puede ser algo aburrido, así que te sugiero relajarte, escuchar la música de fondo de la clínica y pensar que pronto ese tormento de dolor será historia .
Equipos modernos: Cabe mencionar que actualmente contamos con tecnología avanzada que hace la endodoncia más precisa y confortable. Muchos especialistas usan instrumentos rotatorios (pequeños motorcitos con limas flexibles que agilizan el proceso), microscopio dental para ver mejor el interior del diente, y radiografías digitales o incluso TCB (escáner 3D) para planificar conductos complejos. Todo esto aumenta la tasa de éxito y reduce complicaciones. Así que estás en buenas manos con la odontología moderna.
Al final del procedimiento, tu diente ya no tendrá nervio, por lo que ya no dolerá más (¡qué alivio, verdad!). Habrás conservado tu pieza en lugar de perderla. El dolor desaparecerá definitivamente y podrás masticar con esa muela una vez esté bien restaurada.
Esta es una de las mayores preocupaciones de mis pacientes cuando les indico una endodoncia: “¿Me va a doler, doctora?” Permíteme tranquilizarte: no, no te va a doler mientras te hacemos el tratamiento. Gracias a la anestesia local potente que aplicamos, el diente queda totalmente insensible al dolor durante todo el proceso. Matar el nervio hoy en día es prácticamente indoloro. Incluso después, al pasar el efecto de la anestesia, el dolor intenso desaparecerá, porque la causa (el nervio inflamado) ya no está.
Es normal que tras la endodoncia puedas sentir una molestia leve o sensibilidad al morder durante unos días, debido a la inflamación residual de los tejidos alrededor de la raíz. Pero ese dolorcito es manejable con analgésicos comunes que seguramente te recetaremos (ibuprofeno, paracetamol, etc.) y suele disminuir rápidamente. Nada que ver con el dolor punzante de antes del tratamiento, ¡te lo aseguro!
En cuanto a si es peligroso, para nada: una endodoncia es un procedimiento muy seguro y con alto porcentaje de éxito (superior al 90% en general). Se realiza bajo controles estrictos de esterilización y radiográficos. Las complicaciones son poco frecuentes. Entre ellas podría darse que algún conducto sea muy curvo o estrecho y difícil de limpiar del todo, o que se fracture una lima dentro (raro y suele poder solucionarse). También existe un riesgo mínimo de que, pasado un tiempo, el diente se reinfecte si alguna bacteria residual prolifera o si se filtra saliva por un empaste defectuoso. En esos casos, habría que re-endodonciar (repetir el tratamiento) o, en última instancia, extraer la pieza si no tiene solución. Pero nuevamente, son escenarios poco habituales.
Lo más “peligroso” en realidad sería no tratar un nervio infectado: eso sí conlleva riesgos serios, como abscesos extensos, pérdida del diente e incluso infección que se disemine. Por eso, dentro de lo posible, conviene siempre eliminar el foco de infección mediante la endodoncia.
En resumen: matar el nervio no duele con anestesia, y tras el procedimiento las molestias son leves y temporales en comparación con el dolor previo. Con un especialista experimentado, las probabilidades de éxito son altísimas. Piensa que millones de personas se hacen endodoncias cada año y logran salvar sus dientes y vivir sin dolor. Tú también podrás hacerlo con confianza.
Como odontóloga, te aseguro que ver la cara de alivio de un paciente al día siguiente de su endodoncia, diciendo “¡por fin se me quitó el dolor de muela!”, es de las mayores satisfacciones de mi trabajo. 💙
Sé que cuando el dolor arrecia, más de uno busca desesperadamente cómo matar el nervio del diente en casa para obtener alivio inmediato. Internet está lleno de supuestos remedios caseros para el dolor de muelas y hasta circulan por ahí ideas peligrosas como aplicarse ácido o alcohol directo en la muela enferma. ¡Mucho ojo con esto! Entiendo tu urgencia, pero intentar matar el nervio dental en casa NO es seguro ni efectivo. Te explico por qué:
“Matar el nervio” implica remover completamente la pulpa del interior del diente, limpiar bien y sellar. Esto solo puede hacerlo un profesional con instrumental específico bajo condiciones estériles. Ningún enjuague, hierba o substancia casera puede extraer el nervio de raíz. En el mejor de los casos, algunos remedios caseros podrán calmar el dolor temporalmente, pero no van a eliminar la infección ni solucionar el problema de fondo. Y en el peor de los casos, podrías empeorar la situación: quemarte la encía con químicos, dañar el diente sano alrededor o provocar una infección mayor.
He sabido de personas que se ponen aspirinas machacadas sobre la muela (causa quemaduras químicas en la encía), o que intentan abrir el diente con objetos punzantes (¡por favor, no lo hagas!). También hay quien coloca algodón empapado en aguardiente, clavo de olor, eugenol u otras sustancias directamente en el agujero de la caries esperando matar el nervio. Esto puede quizás “momificar” parcialmente la pulpa superficial y aplacar el dolor unas horas, pero no extrae el nervio completo. La infección seguirá latente más adentro, y luego será peor.
No es posible eliminar tú mismo el nervio de tu diente en casa de forma segura. Lo que sí puedes (y debes) hacer es aliviar el dolor de muela temporalmente mientras logras ir al dentista. Aquí te van algunos remedios caseros para el dolor de muelas que son seguros como parche temporal:
Estos remedios caseros pueden darte un respiro, pero son solo soluciones temporales. Te pueden servir durante la noche o el fin de semana hasta que consigas la cita con tu dentista. No sustituyen en absoluto al tratamiento profesional. Si el nervio está infectado, el dolor seguramente regresará en cuanto pase el efecto de estas medidas.
Por tu bienestar, no prolongues la situación usando solo remedios caseros. Si te duele mucho una muela por posible nervio dañado, acude cuanto antes al odontólogo. Retrasar la visita puede acarrear complicaciones serias:
Recuerda que en nuestra clínica contamos con servicio de urgencias dentales, así que si el dolor es insoportable no dudes en contactarnos. Estamos para ayudarte lo antes posible. Tu salud bucal es prioridad, ¡no la pongas en riesgo por temor o demora!
Ya has pasado por la endodoncia o estás a punto de hacerlo. Te preguntarás: ¿y ahora qué? ¿Qué consecuencias tiene matar el nervio de una muela a largo plazo? ¿Debo tener algún cuidado especial después? Aquí te lo explico:
En definitiva, los resultados óptimos tras “matar el nervio” es un diente libre de dolor, sin infección, y que puede durarte muchos años más cumpliendo su función. ¡Eso es algo muy positivo!
Aunque la endodoncia en sí es beneficiosa, al desvitalizar el diente hay algunos puntos a considerar a largo plazo:
En términos generales, las complicaciones serias son poco comunes. La mayoría de las endodoncias bien hechas duran 10, 20 años o más sin dar problemas. De hecho, muchas duran toda la vida del paciente. Si en algún momento (años después) ese diente llegara a presentar algún problema, siempre se puede reintervenir. Pero lo importante: las ventajas superan ampliamente a los riesgos cuando hablamos de eliminar un nervio dental infectado. El riesgo de no hacerlo (pérdida dental, infección severa) es mucho mayor.
Después de que te maten el nervio de la muela, tu dentista te dará algunas instrucciones postoperatorias. Las más habituales son:
Siguiendo estos cuidados, lo más probable es que tu diente endodonciado se mantenga saludable y funcional de por vida. Muchos pacientes hasta se olvidan de cuál muela tenían tratada porque no vuelve a molestarles jamás.
Y recuerda: haber pasado por una endodoncia no te exime de seguir cuidando tus demás dientes 😉. Cepíllate mínimo dos veces al día con pasta fluorada, usa hilo dental diariamente y limita el azúcar en tu dieta para prevenir nuevas caries (¡no querrás otro nervio en problemas!). La prevención es la clave para no tener que matar más nervios en el futuro.
En Cleardent nos comprometemos a acompañarte en todo este proceso, desde el primer dolor hasta el alta final. Nuestro objetivo es devolverte la sonrisa sin dolor y mantenerla así en el tiempo. Si sigues teniendo dudas o notas algo fuera de lo común después de tu tratamiento, contacta con nosotros sin dudar. ¡Estamos aquí para ayudarte a mantener tus dientes sanos y tu boca feliz!
El precio de una endodoncia puede variar bastante según el caso y la clínica. Depende principalmente de cuántos conductos tenga el diente (no es lo mismo tratar un incisivo de 1 solo conducto que una muela con 3-4 conductos) y de la complejidad (si hay infección muy extendida, si se requiere medicación entre sesiones, etc.). En términos generales, el costo en España de una endodoncia oscila entre 100€ y 250€ para dientes anteriores y entre 150€ y 400€ para molares, aproximadamente. Este rango puede subir si lo realiza un especialista endodoncista con tecnología avanzada, o bajar en clínicas con ofertas especiales. Importante: a esto súmale el precio de la reconstrucción o corona que necesite el diente después, ya que suele presupuestarse aparte. Muchas clínicas ofrecen facilidades de pago. En Cleardent, por ejemplo, contamos con financiación y te daremos un presupuesto cerrado tras evaluarte, para que sepas el coste total antes de empezar. Piensa que es una inversión en conservar tu diente que vale la pena a largo plazo.
La duración del tratamiento para matar el nervio depende del diente y de la situación específica, pero por lo general se realiza en una sola sesión de entre 60 y 90 minutos. Dientes con un solo conducto (incisivos o colmillos) pueden tomar menos de una hora. Molares inferiores o superiores con múltiples conductos suelen requerir entre 1 y 2 horas. En algunos casos complejos, el especialista puede optar por hacerlo en dos sesiones: abre, limpia y deja un medicamento desinfectante dentro unos días, y en la segunda cita termina de rellenar y sellar. Esto se hace a veces si hay un absceso muy grande que conviene drenar en la primera visita. Pero repito, lo más común actualmente es resolverlo en una única visita. Tras el tratamiento, la restauración final (empaste o corona) puede hacerse en la misma cita si hay tiempo, o agendarse en otra. Tu dentista te informará del plan. En cualquier caso, comparado con el alivio que obtendrás, esa hora y pico en el sillón es relativamente corta .
No, durante la endodoncia no sentirás dolor porque estarás bien anestesiado/a. De hecho, mucha gente llega con más dolor al inicio y sale aliviada porque el dentista ya quitó el nervio que dolía. Como mencioné antes, puede haber molestias leves después cuando pase la anestesia, pero se controlan con analgésicos. La mayoría de pacientes describen la sensación post-tratamiento más como “encía un poco resentida” o “presión al morder” que como un dolor agudo. Y eso desaparece en pocos días. Así que no tengas miedo: matar el nervio no te va a hacer daño, al contrario, te va a quitar el dolor que tenías.
Tras la endodoncia, los cuidados son sencillos (los detallamos en la sección anterior): mantener buena higiene oral, evitar masticar cosas duras con ese diente hasta restaurarlo definitivamente, tomar los medicamentos recetados (analgésicos/antibióticos) el tiempo indicado y acudir a las revisiones y citas de restauración. En el día a día a largo plazo, un diente sin nervio no requiere un cuidado especial distinto al de tus otros dientes: cepillado, hilo dental, limpiezas profesionales cada cierto tiempo y vigilancia de posibles caries nuevas. Quizá la única precaución extra es no usar ese diente para acciones extremas (abrir paquetes, morder huesos de aceituna, etc.), pero eso en realidad aplica para todos los dientes. Si notas con el tiempo que ese diente cambia de color, o sientes alguna molestia al morder después de meses/años (no suele pasar, pero por si acaso), coméntalo en tu revisión para valorar si necesita algún ajuste. En general, con una corona bien puesta y una boca limpia, tu diente endodonciado debería comportarse como uno normal.
Siempre que sea posible, es mejor realizar la endodoncia y salvar el diente. La extracción se considera el último recurso cuando ya no hay nada que hacer para salvarlo. ¿Por qué preferimos conservarlo? Porque ningún implante o puente es tan bueno como tu diente natural. Si extraes el diente, te quedará un espacio que puede provocar desplazamiento de los demás dientes y problemas de mordida, y tendrás que reponerlo (con un implante dental, por ejemplo, que suele ser más costoso y complejo que una endodoncia). La endodoncia tiene una altísima tasa de éxito; en la mayoría de casos, optamos por “matar el nervio” y mantener tu pieza funcional. Solo se elige la extracción sobre la endodoncia si: el diente está destruido e irreconstruible, si la infección ha fracturado la raíz o comprometido demasiado hueso, o si una endodoncia previa fracasó y no se puede retratar (casos muy específicos). Fuera de esas situaciones, la mejor opción es la endodoncia antes que la extracción, sin duda. Como dice el dicho odontológico: “dentista que te saca una muela pudiéndola salvar, no es buen dentista”. Nuestro deber es agotar las instancias para conservar tus dientes naturales.
¡Recuerda que ninguna duda es pequeña! Pregunta siempre a tu dentista y cuida tus dientes, que solo tenemos una dentadura para toda la vida.
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