El diente retenido es una pieza dental que ha completado su formación radicular pero permanece dentro del hueso maxilar o mandibular más allá de su tiempo normal de erupción, sin establecer comunicación con la cavidad oral y manteniendo o no su saco pericoronario, debido a obstáculos físicos, posiciones anómalas o alteraciones en el mecanismo eruptivo.

Esta condición representa una alteración en el proceso natural de erupción dental que puede afectar a cualquier pieza de la dentición, aunque muestra predilección por terceros molares inferiores y superiores, caninos superiores y segundos premolares inferiores. A diferencia del diente impactado (que ha iniciado su erupción pero queda detenido por un obstáculo físico) o del diente incluido (término general para cualquier diente no erupcionado), el diente retenido se caracteriza específicamente por mantenerse completamente dentro del hueso sin posibilidad de erupcionar por sus propios medios.

Por qué ocurre la retención dental

La retención dental se produce por una combinación de factores que alteran el proceso normal de erupción:

Factores locales:

La falta de espacio en las arcadas dentarias constituye la causa más frecuente de retención, particularmente para terceros molares y caninos. El desarrollo evolutivo hacia maxilares más pequeños, sin reducción proporcional en el tamaño o número de dientes, crea discrepancias que dificultan la acomodación de todas las piezas dentales. Esta disarmonía entre longitud de arcada disponible y espacio requerido puede agravarse por pérdidas prematuras de dientes temporales, alteraciones en secuencia de erupción o presencia de hábitos deformantes durante el desarrollo.

Las anomalías de posición y dirección de desarrollo del germen dental representan otro factor crucial. La inclinación excesiva del eje longitudinal del diente respecto a su trayectoria normal de erupción, rotaciones severas o desplazamientos extremos pueden impedir mecánicamente su movimiento eruptivo. Estas alteraciones posicionales pueden ser primarias (establecidas durante la odontogénesis) o secundarias a procesos patológicos como quistes o tumores que desplazan estructuras adyacentes.

Los obstáculos mecánicos que bloquean el trayecto eruptivo incluyen:

  • Dientes supernumerarios interpuestos
  • Odontomas u otros tumores odontogénicos
  • Tejido óseo esclerótico excesivamente denso
  • Quistes derivados del folículo dental
  • Fibrosis gingival patológica
  • Dientes adyacentes en malposición

La anquilosis dentoalveolar, fusión patológica entre cemento radicular y hueso alveolar debido a alteraciones en el ligamento periodontal, impide mecánicamente el movimiento eruptivo fisiológico. Esta condición puede afectar tanto dientes temporales (provocando infraoclusión y potencialmente retención del sucesor permanente) como permanentes en desarrollo, especialmente tras traumatismos.

Factores sistémicos y genéticos:

Ciertos trastornos endocrinos como hipotiroidismo, hipopituitarismo o hipoparatiroidismo pueden alterar el metabolismo óseo y los mecanismos celulares implicados en erupción dental, resultando en retracciones generalizadas o afectando dientes específicos según momento de desarrollo durante la alteración hormonal.

Síndromes genéticos específicos muestran alta prevalencia de retenciones dentales:

  • Síndrome de Gardner (múltiples dientes retenidos con osteomas y poliposis intestinal)
  • Disostosis cleidocraneal (retenciones múltiples, particularmente en sector anterior)
  • Síndrome de Down (alteraciones en secuencia y cronología eruptiva)
  • Síndrome de Gorlin-Goltz (múltiples quistes y dientes retenidos)

La herencia poligénica explica tendencias familiares en retenciones de dientes específicos, particularmente terceros molares y caninos superiores, sugiriendo componente genético en determinación de tamaño maxilar, dimensiones dentarias y potencial eruptivo.

Factores evolutivos:

La evolución hacia dietas más blandas y procesadas ha reducido estímulos funcionales necesarios para desarrollo maxilofacial completo, contribuyendo al aumento de discrepancias óseo-dentarias. Comparaciones antropológicas evidencian mayor incidencia de retenciones en poblaciones contemporáneas respecto a ancestrales.

La teoría filogenética propone que terceros molares representan estructuras vestigiales en proceso de desaparición evolutiva, explicando parcialmente su alta frecuencia de retención (aproximadamente 20-30% de la población) y la tendencia creciente a agenesia completa de estas piezas.

Cómo se diagnostica un diente retenido

El diagnóstico integral requiere combinación de evaluación clínica y estudios imagenológicos apropiados:

Examen clínico:

La exploración visual puede revelar signos indirectos como:

  • Ausencia de pieza dental más allá de su tiempo normal de erupción
  • Persistencia prolongada de diente temporal correspondiente
  • Malposiciones o diastemas en dientes adyacentes
  • Abultamientos en tabla ósea vestibular o palatina/lingual
  • Inclinaciones anómalas de dientes vecinos

La palpación bimanual de estructuras alveolares puede detectar prominencias o alteraciones de contorno sugestivas de dientes retenidos, particularmente útil para caninos superiores donde palpación vestibular y palatina combinada puede orientar sobre posición aproximada.

La historia clínica detallada debe investigar antecedentes de trauma dentoalveolar, extracciones previas, síndromes asociados con alteraciones eruptivas y patrón familiar de retenciones dentales, que pueden proporcionar información relevante para diagnóstico y planificación terapéutica.

Estudios radiográficos:

La radiografía panorámica constituye estudio inicial fundamental, permitiendo visualización general de todas las estructuras dentarias, relaciones espaciales aproximadas, características morfológicas y potenciales patologías asociadas. Facilita identificación de dientes ausentes clínicamente pero presentes radiográficamente, orientando sobre necesidad de estudios complementarios.

Las radiografías periapicales proporcionan mayor detalle de relaciones anatómicas localizadas, particularmente útiles para evaluar morfología radicular, proximidad a estructuras nobles (nervio dentario, seno maxilar) y características del espacio pericoronario. La técnica de Clark (desplazamiento horizontal del cono) permite determinar relación vestíbulo-lingual de dientes retenidos respecto a estructuras adyacentes.

Las radiografías oclusales, específicamente técnica de Simpson para maxilar y Miller-Winter para mandíbula, complementan información sobre posición vestíbulo-palatina/lingual de dientes retenidos, particularmente útiles para caninos superiores y supernumerarios anteriores.

Técnicas avanzadas de imagen:

La tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) representa actualmente herramienta diagnóstica óptima para evaluación tridimensional de dientes retenidos, proporcionando información precisa sobre:

  • Posición exacta respecto a estructuras anatómicas vecinas (nervio dentario, seno maxilar, piso nasal, dientes adyacentes)
  • Morfología radicular detallada, incluyendo potenciales anomalías o reabsorciones
  • Características del espacio pericoronario y potenciales patologías asociadas
  • Presencia de reabsorciones radiculares en dientes adyacentes
  • Densidad ósea circundante y espesor de corticales

Esta información resulta crucial para planificación quirúrgica precisa, evaluación de riesgos operatorios específicos y toma de decisiones terapéuticas informadas.

En casos seleccionados, particularmente cuando se sospecha vinculación con lesiones quísticas o tumorales extensas, resonancia magnética puede proporcionar información complementaria sobre componentes de tejidos blandos no visualizables adecuadamente en estudios radiográficos convencionales o tomográficos.

Posibles complicaciones y riesgos

Los dientes retenidos pueden permanecer asintomáticos indefinidamente o desarrollar diversas complicaciones:

Complicaciones infecciosas:

La pericoronaritis representa la complicación infecciosa más frecuente, particularmente en terceros molares inferiores parcialmente erupcionados. Se caracteriza por inflamación e infección del tejido pericoronario, manifestándose con dolor, trismo, inflamación local, halitosis y ocasionalmente manifestaciones sistémicas como fiebre y malestar general. Los episodios recurrentes de pericoronaritis constituyen indicación frecuente para extracción del diente parcialmente retenido.

Los abscesos dentoalveolares pueden desarrollarse por extensión de procesos infecciosos inicialmente limitados al saco pericoronario. Dependiendo de inserciones musculares y barreras anatómicas, estas infecciones pueden diseminarse a espacios faciales adyacentes, ocasionalmente con complicaciones severas como angina de Ludwig, trombosis del seno cavernoso o infecciones descendentes mediastínicas.

Lesiones quísticas y tumorales:

El quiste dentígero (folicular) representa la complicación patológica más frecuente, desarrollándose a partir del epitelio reducido del órgano del esmalte que rodea la corona del diente retenido. Su potencial de crecimiento asintomático puede resultar en destrucción ósea significativa, desplazamiento de estructuras anatómicas vecinas y, ocasionalmente, transformación neoplásica del revestimiento epitelial.

Los queratoquistes odontogénicos y ameloblastomas muestran asociación significativa con dientes retenidos, particularmente terceros molares inferiores. Su comportamiento localmente agresivo, alta tasa de recurrencia tras enucleación simple y potencial destructivo extenso justifica seguimiento radiográfico periódico de dientes retenidos asintomáticos mantenidos bajo observación.

Complicaciones mecánicas:

La reabsorción radicular de dientes adyacentes, particularmente frecuente con caninos superiores retenidos respecto a incisivos laterales, puede progresar asintomáticamente hasta comprometer severamente viabilidad del diente afectado. El mecanismo patogénico involucra presión física directa y mediadores celulares liberados por el saco folicular del diente retenido.

Las fracturas mandibulares patológicas asociadas a terceros molares retenidos constituyen complicación infrecuente pero significativa, particularmente en pacientes adultos mayores con mandíbulas atróficas donde el diente retenido ocupa proporción sustancial del cuerpo mandibular residual, creando punto de debilidad estructural.

El desplazamiento y malposición de dientes adyacentes puede manifestarse como apiñamiento secundario, rotaciones dentarias, extrusiones compensatorias o pérdida de longitud de arcada. Estas alteraciones ocasionan problemas estéticos, dificultades para higiene oral adecuada y potencialmente trastornos oclusales funcionales.

Manifestaciones neurológicas:

El dolor neural atípico, ocasionalmente atribuido a presión sobre terminaciones nerviosas por dientes retenidos en proximidad a estructuras nerviosas mayores, puede manifestarse como dolor referido a territorios anatómicos distantes, dificultando correlación diagnóstica.

La cefalea recurrente de origen dental, particularmente asociada a terceros molares superiores en proximidad a estructuras pterigopalatinas, representa diagnóstico diferencial importante en cefaleas crónicas refractarias a tratamientos convencionales.

Opciones de tratamiento y manejo

El abordaje terapéutico debe individualizarse según múltiples factores específicos:

Extracción quirúrgica:

La exodoncia representa tratamiento definitivo más frecuente, particularmente indicada en:

  • Dientes retenidos sintomáticos con episodios infecciosos recurrentes
  • Evidencia de patología asociada (quistes, tumores, reabsorciones radiculares)
  • Dientes mal posicionados sin potencial eruptivo viable
  • Compromiso de dientes adyacentes (reabsorción, malposición, daño periodontal)
  • Planificación prostodóntica u ortodóntica donde el diente retenido interfiere con tratamiento

La técnica quirúrgica debe planificarse meticulosamente según posición específica, relaciones anatómicas y complejidad anticipada. Las variantes principales incluyen:

  • Abordaje vestibular (técnica convencional para terceros molares inferiores)
  • Abordaje palatino (frecuente para caninos superiores en posición palatina)
  • Técnicas combinadas (necesarias en posiciones profundas o inusuales)

La complejidad operatoria varía significativamente según factores específicos, requiriendo evaluación preoperatoria detallada de:

  • Profundidad y angulación del diente retenido
  • Acceso quirúrgico disponible y visibilidad anticipada
  • Proximidad a estructuras anatómicas nobles (nervio dentario, seno maxilar)
  • Morfología radicular y relación con corticales óseas
  • Densidad ósea circundante

Exposición quirúrgica para tracción ortodóntica:

La fenestración quirúrgica con colocación de aditamento para tracción ortodóntica representa opción conservadora para dientes retenidos con valor estratégico, particularmente:

  • Caninos superiores e inferiores con posiciones favorables
  • Premolares y caninos en pacientes con maloclusiones que requieren tratamiento ortodóntico integral
  • Dientes anteriores retenidos con importancia estética significativa

Las técnicas específicas incluyen:

  • Método abierto con colgajo de reposición completa
  • Método cerrado con colgajo reposicionado completamente
  • Técnica de erupción cerrada con sutura del colgajo en posición original
  • Técnica de excisión simple para casos específicos con suficiente encía queratinizada

Los factores que influyen en pronóstico incluyen:

  • Edad del paciente (mejor respuesta en pacientes jóvenes)
  • Posición inicial del diente (distancia y angulación respecto posición ideal)
  • Presencia y severidad de anquilosis
  • Morfología radicular favorable
  • Espacio disponible en arcada

El seguimiento postoperatorio detallado resulta esencial, con monitorización radiográfica periódica para verificar movimiento adecuado, detección temprana de potenciales complicaciones como anquilosis secundaria y ajustes en vector de tracción cuando sea necesario.

Observación y seguimiento:

La conducta expectante con controles periódicos puede considerarse para dientes retenidos asintomáticos en determinadas circunstancias:

  • Pacientes médicamente comprometidos donde riesgos quirúrgicos superan beneficios
  • Dientes en posiciones de mínimo riesgo para estructuras adyacentes
  • Ausencia de patología asociada en estudios imagenológicos
  • Edad avanzada sin historia previa de sintomatología

Esta aproximación requiere compromiso con programa de seguimiento radiográfico periódico (generalmente anual) para detección temprana de cambios patológicos que pudieran modificar decisión terapéutica, además de instrucciones precisas sobre signos y síntomas que justificarían consulta inmediata.

Autotrasplante dental:

El autotrasplante representa opción terapéutica especializada para dientes retenidos seleccionados, particularmente premolares y terceros molares con morfología radicular favorable, cuando existe espacio receptor adecuado donde el diente trasplantado cumpliría función importante.

Factores determinantes para éxito incluyen:

  • Desarrollo radicular óptimo (idealmente 2/3-3/4 de formación completa)
  • Extracción atraumática preservando ligamento periodontal
  • Tiempo extraoral mínimo con mantenimiento en medio fisiológico
  • Lecho receptor adecuadamente preparado
  • Estabilización no rígida postoperatoria

Esta técnica, aunque técnicamente demandante, ofrece ventajas biológicas significativas en pacientes jóvenes seleccionados, permitiendo conservación de dientes estratégicos con potencial para desarrollo radicular continuo y mantenimiento de hueso alveolar vital.

Consideraciones especiales por tipos de dientes

Las particularidades según ubicación del diente retenido determinan consideraciones específicas:

Terceros molares:

Representan los dientes retenidos más frecuentes (aproximadamente 20-30% de población general), con mayor prevalencia en mandíbula que maxilar. La clasificación de Pell-Gregory (basada en relación con rama mandibular y plano oclusal) y Winter (según angulación respecto al segundo molar) proporcionan terminología estandarizada para comunicación profesional y planificación quirúrgica.

Las indicaciones de extracción preventiva en asintomáticos generan debate profesional con posturas divergentes. Argumentos favorables incluyen mayor morbilidad quirúrgica en pacientes mayores, prevención de patologías y optimización periodontal de segundos molares. Contraargumentos destacan que mayoría permanecen asintomáticos indefinidamente, costos biológicos y económicos de extracciones universales y potenciales complicaciones quirúrgicas.

Las complicaciones postoperatorias específicas incluyen lesión del nervio dentario inferior (0.5-5% temporal, 0.2-1% permanente), lesión del nervio lingual, alveolitis seca (3-25% según factores de riesgo) y trismo postoperatorio prolongado. Factores de riesgo específicos para complicaciones incluyen edad avanzada, inclusión profunda, proximidad radiográfica al canal mandibular y experiencia del operador.

Caninos superiores:

Representan segundo grupo más frecuente de retenciones (1-3% población), con predilección por localización palatina (66%) sobre vestibular (33%). Su importancia funcional, estética y en estabilidad de arcada justifica esfuerzos conservadores para reposicionamiento cuando sea posible.

La detección temprana resulta fundamental para tratamiento interceptivo. Signos clínicos sugestivos incluyen ausencia de abultamiento canino vestibular después de 9-10 años, asimetría en palpación canina bilateral, inclinación distal excesiva de incisivos laterales y retraso eruptivo localizado.

Las medidas preventivas e interceptivas incluyen extracción temprana de caninos temporales, expansión maxilar cuando indicada, y mantenimiento de espacio adecuado en arcada. Estudios muestran reducción significativa en necesidad de abordaje quirúrgico-ortodóntico complejo cuando estas medidas se implementan oportunamente.

El pronóstico de tracción ortodóntica varía según posición inicial, edad y factores anatómicos específicos. Caninos en posición horizontal, edad avanzada, anquilosis establecida o reabsorción radicular severa de incisivos laterales constituyen factores pronósticos negativos que pueden justificar extracción en lugar de tracción.

Premolares y otros dientes:

Los segundos premolares inferiores muestran frecuencia significativa de retención (0.5-1.5%), frecuentemente asociada a espacio inadecuado tras pérdida prematura de molares temporales. Su morfología radicular favorable y valor funcional significativo favorecen abordajes conservadores cuando sea posible.

Los incisivos centrales superiores retenidos, aunque relativamente infrecuentes, representan desafío terapéutico significativo por su crucial importancia estética. Las causas habituales incluyen odontomas, dientes supernumerarios o traumatismos previos. El tratamiento preferente incluye generalmente exposición quirúrgica con tracción ortodóntica, con énfasis particular en manejo periodontal para resultado estético óptimo.

Los primeros y segundos molares permanentes impactados presentan desafío terapéutico particular por su importancia como determinantes oclusales posteriores. Técnicas específicas incluyen luxación quirúrgica con reposicionamiento (técnica de Humphrey), separación ortodóntica previa a erupción autónoma o extracciones estratégicas en casos seleccionados como parte de plan ortodóntico integral.

Avances recientes y tendencias futuras

El campo de diagnóstico y manejo de dientes retenidos continúa evolucionando con innovaciones significativas:

Tecnología diagnóstica avanzada:

La planificación virtual 3D mediante software especializado permite simulación preoperatoria detallada, identificación precisa de estructuras anatómicas críticas y determinación de abordaje quirúrgico óptimo. Esta tecnología resulta particularmente valiosa en casos complejos con relaciones anatómicas atípicas o potenciales complicaciones anticipadas.

Los sistemas de realidad aumentada intraoperatoria, que superponen información de imágenes preoperatorias (CBCT) sobre campo quirúrgico real durante procedimiento, representan frontera tecnológica emergente que potencialmente reducirá morbilidad quirúrgica en casos anatómicamente complejos.

Los biomarcadores genéticos predictivos para potencial eruptivo y riesgo de retención dental se encuentran en fase investigativa, potencialmente permitiendo futuras intervenciones preventivas personalizadas basadas en perfil genético individual.

Enfoques quirúrgicos minimamente invasivos:

La cirugía piezoeléctrica, que utiliza microvibraciones ultrasónicas para corte selectivo de tejido mineralizado preservando tejidos blandos, ha demostrado ventajas significativas en extracción de dientes retenidos en proximidad a estructuras nerviosas o vasculares, reduciendo riesgo de lesiones neurovasculares.

Las técnicas endoscópicamente asistidas permiten visualización magnificada de áreas quirúrgicas complejas con incisiones mínimas, particularmente valiosas para abordajes palatinos de caninos retenidos o extracciones en proximidad al seno maxilar.

Los sistemas de navegación quirúrgica intraoperatoria, adaptados de neurocirugía, permiten orientación tridimensional precisa durante procedimiento mediante referencias anatómicas fijas y seguimiento en tiempo real de instrumentos quirúrgicos, potencialmente reduciendo morbilidad en casos anatómicamente desafiantes.

Modulación biológica de erupción dental:

Las investigaciones sobre factores moleculares reguladores de erupción dental han identificado mediadores específicos (PTHrP, CSF-1, MCP-1) que participan en cascadas celulares del proceso eruptivo normal. Estudios experimentales exploran potencial terapéutico de administración local de estos factores para estimular erupción en dientes con retraso eruptivo.

La terapia génica dirigida a células del folículo dental para expresión aumentada de factores eruptivos específicos representa línea investigativa preliminar con potencial aplicación futura en casos seleccionados.

Las técnicas de bioestimulación mediante láser de baja intensidad o campos electromagnéticos pulsados han mostrado resultados preliminares prometedores en modelos experimentales para potenciación de mecanismos celulares eruptivos, aunque evidencia clínica en humanos permanece limitada.

Preservación tisular y regeneración:

Los protocolos de preservación alveolar post-extracción mediante biomateriales específicos optimizan mantenimiento volumétrico para futura rehabilitación implantológica tras extracción de dientes retenidos, particularmente relevante en sectores estéticos.

Las técnicas de regeneración periodontal guiada han mejorado significativamente manejo de defectos periodontales residuales en dientes adyacentes afectados por retenciones prolongadas, permitiendo rehabilitación integral con pronóstico favorable.

Los sistemas de liberación controlada de factores de crecimiento (PRF, PRGF, BMP) complementan procedimientos quirúrgicos complejos, potenciando regeneración tisular y reduciendo morbilidad postoperatoria en extracciones complejas o exposiciones quirúrgicas extensas.

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Dr Ismael Cerezo Director Médico Grupo Cleardent
Director Médico
El Dr. Cerezo, director médico de Clínicas Cleardent, es reconocido por su compromiso con la excelencia en implantología y cirugía oral. Con una destacada experiencia internacional en técnicas avanzadas, lidera un equipo que ofrece tratamientos de vanguardia, priorizando la salud y satisfacción del paciente. Su formación en cirugía guiada, carga inmediata y regeneración ósea le permite ofrecer soluciones integrales y de alta calidad, posicionando a Cleardent como referente en el sector odontológico.

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