
Muela partida por la mitad vertical: ¿se puede salvar o hay que extraerla? Descubre las causas, consecuencias y opciones de tratamiento para resolverlo.

¿Tienes molestias en el fondo de la boca? Descubre qué es la muela del juicio, qué síntomas provoca y qué tratamientos existen si causa dolor o inflamación.
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son las últimas piezas dentales en erupcionar en la boca del ser humano. Normalmente, contamos con cuatro muelas del juicio, una en cada extremo de la arcada dental, es decir, en la parte más posterior de la dentadura: dos arriba (superiores) y dos abajo (inferiores). Su aparición suele darse entre los 17 y los 25 años, aunque esto puede variar de persona a persona.
Estas muelas, en la antigüedad, cumplían una función importante al ayudar a masticar alimentos más duros o crudos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la evolución de la dieta humana y el perfeccionamiento de la higiene oral, su utilidad se ha vuelto bastante limitada. Hoy en día, muchas personas ni siquiera desarrollan estas piezas por completo, o las tienen presentes dentro del hueso sin llegar a erupcionar del todo. Si te interesan aspectos más concretos sobre el tiempo que pueden tardar en erupcionar estas piezas, puedes consultar este enlace sobre cuánto tarda la muela del juicio en salir.
El término «muela del juicio» se debe al momento en que suelen aparecer. Dado que su erupción se produce en la etapa en la que, supuestamente, el individuo alcanza la madurez –la veintena–, se asoció su llegada con la «edad del juicio». En otros idiomas existe una lógica similar, por ejemplo, en inglés se les conoce como «wisdom teeth» (dientes de la sabiduría). Es, por lo tanto, un nombre que alude más al momento vital en el que hacen su aparición que a su función real.
No necesariamente. Hay individuos que, por motivos genéticos, no llegan a desarrollar estas piezas dentales. Otros las tienen formadas, pero permanecen incluidas en el hueso y nunca erupcionan. También existen casos en los que solo aparece una, dos o tres muelas del juicio, en lugar de las cuatro habituales. La genética, el espacio en la mandíbula y la evolución de la arcada dental influyen en que estas muelas se presenten de muy diversas formas.
Como hemos mencionado, suelen aparecer entre los 17 y 25 años, aunque no es una regla estricta. Hay quienes no las ven erupcionar hasta los 30, y otros que empiezan a asomar en plena adolescencia. En cualquier caso, si notas molestias en la parte posterior de la boca o si tu dentista lo detecta en una radiografía, es probable que tus muelas del juicio estén intentando salir.
La erupción de la muela del juicio puede ser completamente asintomática. Sin embargo, en muchos casos, causa ciertas molestias que pueden variar en intensidad. Algunos síntomas comunes incluyen:
Estos síntomas no siempre indican un problema grave. A veces, la molestia es pasajera y desaparece cuando la muela termina de erupcionar. No obstante, si las molestias persisten, conviene visitar al dentista para evaluar la situación, descartar infecciones u otras complicaciones y, en caso necesario, proponer un tratamiento adecuado. Si sospechas que tus molestias se deben a una muela del juicio que está erupcionando, puedes ampliar información en este artículo sobre cómo saber si te está saliendo la muela del juicio.
La principal razón es la falta de espacio en la mandíbula. La evolución humana ha reducido el tamaño de las arcadas dentales, lo que en muchos casos deja a las muelas del juicio sin el espacio suficiente para erupcionar correctamente. Al no poder salir por completo, pueden quedarse incluidas o impactadas, provocando molestias, infecciones, caries en los dientes vecinos o afectar la alineación del resto de la dentadura.
Además, al ubicarse en la parte más posterior de la boca, las muelas del juicio son difíciles de limpiar, favoreciendo la acumulación de bacterias y aumentando el riesgo de caries o infecciones. Si la infección llega a desarrollarse, te convendría leer este artículo sobre muela del juicio infectada para comprender mejor cómo identificar el problema y qué hacer al respecto.
Las complicaciones más comunes incluyen:
La extracción no siempre es necesaria. Si la muela ha erupcionado correctamente y no causa problemas, puedes mantenerla sin inconvenientes. Sin embargo, en situaciones con dolor, infecciones repetidas, caries de difícil restauración, falta de espacio o riesgo de alterar la posición de los dientes, el dentista puede recomendar la extracción.
El procedimiento varía según la complejidad:
El tiempo suele oscilar entre 30 y 60 minutos, dependiendo del caso. En manos experimentadas, es un procedimiento rutinario.
Tras la extracción, es normal sentir molestias, inflamación y cierta dificultad para masticar. Estas molestias suelen controlarse con analgésicos y antiinflamatorios, y mejoran en pocos días. Generalmente, el dolor más intenso se concentra en las primeras 48-72 horas, disminuyendo progresivamente.
Si te preguntas cuántos días de reposo o baja podrías necesitar después de la extracción, puedes leer este artículo sobre cuántos días debo reposar después de una extracción de muela o este otro que aborda el tema de los días de baja por muela del juicio. Así tendrás una idea más clara de lo que puedes necesitar en tu caso concreto.
En algunos casos, se recomienda la extracción preventiva de las muelas del juicio, sobre todo si las radiografías muestran una posición muy desfavorable o un alto riesgo de complicaciones futuras. La ventaja es que, al hacerlo antes de que surjan problemas, el postoperatorio suele ser más llevadero.
No tomes esta decisión a la ligera. Consulta con tu dentista para evaluar riesgos y beneficios, y actuar con información clara.
Ignorar el dolor, la infección o la caries en estas piezas puede derivar en complicaciones mayores, como daños en el segundo molar, apiñamientos dentales o abscesos. Es preferible actuar a tiempo para evitar problemas más serios.
Los precios varían según la complejidad de la cirugía, pruebas adicionales, tipo de anestesia y la clínica elegida. No es recomendable guiarse solo por el precio, sino acudir a profesionales cualificados y con experiencia que ofrezcan garantías y cuidado integral durante todo el proceso. Si te preguntas sobre la cobertura de la Seguridad Social en estos casos, puedes informarte en este enlace sobre tratamientos que cubre la Seguridad Social para saber qué esperar en tu situación.
No siempre es posible, pero puedes tomar medidas:
Si un día notas una molestia al final de la boca y ves la encía inflamada, es posible que tu muela del juicio esté intentando salir. Consultar al dentista es la mejor opción, incluso si luego las molestias desaparecen.
Igualmente, si conoces a alguien que se extrajo las cuatro muelas del juicio de golpe, no tiene por qué ser lo ideal para ti. Cada caso es único y requiere un enfoque individualizado.
Los síntomas pueden incluir dolor, inflamación de las encías, dificultad para abrir la boca, mal aliento y sensibilidad al masticar.
Es necesario considerar su extracción si causan dolor constante, presión sobre otros dientes, infecciones recurrentes o si no cuentan con espacio suficiente para erupcionar adecuadamente.
Se considera peligrosa cuando provoca infecciones severas, quistes, daño a otros dientes, dolor intenso o cuando erupciona en una posición incorrecta que compromete la salud bucal.
Durante la extracción, el dolor suele ser mínimo gracias a la anestesia local. Posteriormente, pueden presentarse molestias manejables con analgésicos indicados por el odontólogo.
Se suele recomendar entre uno y tres días de reposo relativo. La recuperación completa varía, pudiendo tomar una o dos semanas en lograr la cicatrización y el alivio total de las molestias.
La extracción previene infecciones recurrentes, evita el dolor crónico, previene el apiñamiento dental y protege a los demás dientes y encías de posibles daños a largo plazo.
Por lo general, se emplea anestesia local. Sin embargo, en casos complejos o si el paciente lo requiere, se pueden utilizar sedación consciente o incluso anestesia general.
Si notas dolor intenso, inflamación persistente, inclinación inadecuada del diente, infecciones frecuentes o presión excesiva sobre piezas adyacentes, es posible que la muela esté erupcionando de forma incorrecta.
Si no se extraen, pueden causar dolores crónicos, infecciones, daño a otros dientes, formación de quistes y, eventualmente, problemas en la mordida y la alineación de la dentadura.
A lo largo de este artículo, hemos explorado todos los aspectos relacionados con las muelas del juicio: su aparición, síntomas, complicaciones, tratamientos y cuidados postoperatorios. Contar con información clara y completa, así como confiar en profesionales con experiencia, es esencial para tu bienestar bucal a largo plazo.
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